El Barcelona se ha llevado los tres puntos en su visita a Montilivi (0-2), y mantiene la distancia de cinco puntos con el Atlético de Madrid, después del triunfo del equipo rojiblanco frente al Getafe.

No ha sido un buen encuentro del cuadro entrenado por Ernesto Valverde, que aunque dominó la pelota lo hizo generalmente bastante lejos de la meta defendida por Bono, aunque la buena pegada que mostró en los últimos metros le permitió acabar llevándose el triunfo.

De hecho, sólo tardó nueve minutos el Barça en adelantarse, después de una acción en la que la pelota acabó en pies de Nelson Semedo, que se sacó un buen latigazo con la pierna izquierda al que no pudo llegar el meta local.

No puede decirse que a partir de entonces el Barcelona lograse someter al rival a través de una posesión constante de pelota, aunque Phillipe Coutinho, en el minuto 16, tuvo una muy buena ocasión, pero su remate lo sacó Bono en el mano a mano.

Esa opción del brasileño y un remate de Messi que se marchó fuera por poco fueron las únicas medianamente claras del Barcelona en ese tramo final de la primera mitad, y de hecho, al filo del descanso, estuvo a punto de llegar el 1-1, aunque Pons, tras aprovechar un rebote de un disparo de Stuani, no pudo marcar, salvando Piqué debajo de los palos.

El arranque de la segunda mitad fue claramente del Girona, que tuvo un par de buenas opciones para poner la igualada, pero Stuani no vio a Portu, que llegaba sólo en el interior del área, y no pudo marcar.

Poco después Bernardo fue expulsado por doble amonestación, en una jugada muy protestada por Eusebio, técnico visitante. El Barcelona a partir de entonces se dedicó a mantener el resultado, bajando el ritmo del encuentro, y encontró el 0-2 después de que Messi se inventase una fantástica vaselina en un mano a mano.