Cada vez son más los deportistas que dejan atrás la vida idílica que parece que tienen y muestran los duros momentos que atraviesan mentalmente. La depresión y la ansiedad son dos palabras que empiezan a aparecer cada vez más al lado de nombres de números 1 del deporte, bien en el fútbol, en el baloncesto o en cualquier disciplina. La última en confesarse es Paula Badosa.

La joven tenista de 21 está saliendo de un momento muy duro en su carrera deportiva y su vida personal. Después de ser una de las grandes promesas femeninas del circuito, se encontró en el fondo del pozo.

"Pasé por momentos de ansiedad y depresión. Estuve con especialistas para que me ayudaran a salir de allí. No tenía ganas de nada, ni profesional ni personalmente. Pierdes la ilusión de hacer muchas cosas y sobre todo perdí la ilusión de jugar al tenis. No disfrutaba nada. Sentía una presión, una obligación y unos medios que me hacían... No quería entrar en pista. No quería competir", relata ella misma en un vídeo que ha grabado para LaLigaSports.

No falta la autocrítica. La tenista confiesa que tenía hábitos muy lejanos a lo recomendable. "La forma en que yo vivía para el tenis no era la adecuada. El estilo de vida tuve que cambiarlo en pequeños detalles como la alimentación, entrenar cada día bien... Parece fácil, pero cuando teines cosas en la cabeza que no son las que te tocaría, no entrenas tan bien, no comes tan bien... Pasas por momentos de ansiedad, miedos, cosas emocionales que te hacen distraerte más", relata.

Con sólo 16 años ya jugó su primera Copa Federación y en 2015 se proclamó campeona junior de Roland Garros. Su carrera no hacía más que subir, pero de repente, se derrumbó. "Empezamos muy bien, y aún con mis cosas, íbamos bien. Pero hubo un momento que me vino un shock, un bloqueo", relata Badosa, del momento en el que dio ya el salto a profesional. "Me vino un miedo que no puedo explicar y no supe cómo me vino. Estuve dos meses que lo pasaba muy mal, dentro y fuera de pista", relató.

Ahí entró la figura de Xavi Budó.

Uno de los cambios fundamentales en los últimos años fue el cambio de entrenador. Se puso en manos de Xavi Budó, exentrenador de Carla Suárez. Con él, Badosa ha recuperado la ilusión y el camino a la cima.

"Tener a alguien que cree tanto en tí al final también te hace creer mucho más en tí. Te da esa fuerza para avanzar. Me dijo las cosas muy claras, muchas verdades que a mucha gente no le gustaría escuchar. Me puse a trabajar, a picar piedra y a escuchar lo que me decía porque tenía muchísima razón en todo", confiesa sobre su hombre de confianza.

Budó califica a esa Badosa que se encontró como "un juguete roto". "Creía muy poco en ella, estaba en un túnel muy oscuro. Tuvimos una charla y yo le recordé lo que ya le dije años atrás: lo buena que era y sobre todo el proceso que requería llegar a cumplir esos sueños. Le dije: 'al final, el personaje se come a la persona'", explica el programador .

"Estamos en una sociedad en la que el éxito es ganar y el fracaso es perder. Si ganas, tienes 15.000 'likes' en instagram y todo el mundo es amigo tuyo. Si pierdes, pareces un fracasado", relata el entrenador.