Los entrenamientos futbolísticos son, en ocasiones, rutinarios y tediosos, pero de vez en cuando surge alguno que llama la atención por su excentricidad.

El último en desmarcarse de lo habitual lo protagonizó el Fluminense, tal y como puedes comprobar en el vídeo que arriba te adjuntamos.

Así, el entrenador del equipo brasileño, Roberto Fernandes, cuyo método contempla sanciones a los jugadores que no se ejercitan adecuadamente, ordenó a Jairo a enfundarse un camisón rosa como castigo.

Ignoramos si esta pintoresca estrategia de motivación surtió efecto, pero el caso es que al futbolista no pareció importarle mucho lucir esa coqueta prenda.

Casos en España

En España, también se han dado casos de entrenamientos verdaderamente inusuales. Uno también teñido de rosa lo firmó el Real Madrid a finales del año pasado, donde Marcelo estrenó botas de ese color y fue el centro de atención.

También se han dado casos de sesiones físicas que han servido para limar asperezas, al menos  de cara a la galería. Eso aconteció a comienzos de 2007, en el famoso entrenamiento donde Eto'o y Ronaldinho sellaron una presunta paz con un abrazo.

Otros, en cambio, destaparon la caja de los truenos. En 2005, Puyol y Vicente se enzarzaron violentamente en un entrenamiento con la selección española. El motivo fue una violenta entrada del azulgrana al che.

Ferrari de Joaquín

Cabe destacar, también, las impuntualidades, que suelen generar bromas entre el grupo. Joaquín, esta temporada, llegó tarde a un entrenamiento del Valencia y alegó un motivo tan extravagante como que no le arrancaba su Ferrari.

Por último, no hay que olvidar los enigmáticos rituales de algunos clubes. El Sevilla, en el verano de 2006, se entrenó con sus capitanes enmudecidos por un esparadrapo en la boca. Sólo fue una broma, no una reivindicación, adujeron, pero el caso es que no explicaron la razón.