El Extremadura Unión Deportiva fue el último equipo de José Antonio Reyes y por eso el partido que cerró la temporada ante el Real Mallorca en su estadio sirvió para recordar al futbolista, fallecido en accidente de tráfico una semana antes.

Primero se le dedicó un emotivo minuto de silencio, en el que el estadio Francisco de la Hera de Almendralejo se cerró en el dolor por su excompañero. Especialmente compungido estaba Diego Capel, buen amigo de Reyes, que durante el minuto de silencio miraba al cielo.

En el minuto 19, número que llevaba Reyes, de partido se vivió un homenaje igual o más sentido. Cuando se llegó a ese momento, el público se puso en pie y empezó a aplaudir y a corear el nombre del exfutbolista, muy querido en el Extremadura pese a que había formado parte de ese equipo desde hacía muy poco tiempo. El partido acabó con empate sin goles.