El futbolista José Antonio Reyes, fallecido en un accidente de tráfico el pasado 1 de junio, deja a su familia un patrimonio inmobiliario que alcanza los 2,86 millones de euros, forjado a lo largo de su carrera deportiva.

Según informa La Otra Crónica, en el Registro de la Propiedad constan 19 inmuebles tanto a su nombre como al de las sociedades Marotiri SL y José Antonio Reyes SL, de las que era administrador y socio único.

En concreto, a nombre de Marotiri SL hay tres viviendas, dos de ellas en Utrera, el pueblo natal de Reyes. Por José Antonio Reyes SL constan un piso en el municipio gaditano de Chipiona y una docena de locales comerciales en Bormujos (Sevilla). Por último, a nombre del futbolista está una vivienda unifamiliar de 117 metros cuadrados valorada en unos 103.000 euros, y cuya hipoteca vence en 2021.

El futbolista pudo amasar todo este patrimonio a lo largo de su carrera en primera división. Reyes, que actualmente jugaba en el Extremadura, comenzó en la cantera del Sevilla FC y debutó a los 16 años con el equipo hispalense en la máxima categoría. En 2003 fichó por el Arsenal, que pagó 24,5 millones de euros.

Tres temporadas más tarde regresó al fútbol español, concretamente al Real Madrid, que pagó 17 millones por el jugador. Al año siguiente, el Atlético de Madrid desembolsó 12 millones por su cláusula y otros cuatro millones al futbolista. Al año siguiente se fue al portugués Benfica por unos 5 millones de euros.

En 2011, el de Utrera regresó al Sevilla, que le pagó 3,5 millones más otro millón en variables y donde estuvo cinco años. Su valor como futbolista comenzó a bajar a los 800.000 euros, cuando fichó por el Espanyol, y a los 300.000, ya en el Córdoba CF y el equipo chino Xinjiang Tianshan, en el que estuvo unos meses antes de regresar a España y fichar por el Extremadura a mediados de esta temporada.