La Guardia Civil de Tráfico ha confirmado una de las dudas que rodeaban el fatal accidente de José Antonio Reyes, fallecido este sábado en un accidente de tráfico. Fuentes del cuerpo aseguran que el futbolista conducía a más de 220 kilómetros por hora cuando perdió el control del Mercedes S550 Brabus que conducía.

Desde la Guardia Civil revelan que, por el momento, no se ha podido establecer la velocidad exacta a la que Reyes circulaba junto a dos primos cuando tuvo el accidente en un tramo limitado a 120 kilómetros por hora.

El accidente le costó la vida a uno de los primos del futbolista, mientras que el otro, que salió ileso del choque y se quemó intentando salvar a sus familiares, permanece en estado grave en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital Virgen del Rocío de Sevilla con quemaduras en el 60%de su cuerpo.

El informe preliminar de la Guardia Civil destacó que la alta velocidad del vehículo fue clave cuando una distracción hizo que el coche chocara con las protecciones laterales de la calzada, con el posterior reventón de la rueda delantera derecha y el desplazamiento de 200 metros de la zona asfaltada.

El director general de Tráfico en funciones, Pere Navarro, informó este martes que la investigación continúa, aunque ha subrayado que "salida de vía, vuelta e incendio es un problema de velocidad".