David Beckham está pasando un auténtico calvario en Los Ángeles.

Hoy se cumplen cuatro meses desde que el Madrid ganase la Liga ante el Mallorca con el inglés en sus filas. Ese día, Becks estaba se mostraba más feliz que nunca, y ese día el inglés cerró una etapa para abrir otra en Los Ángeles.

Llegó a los Galaxy lesionado y así sigue. Su rodilla derecha no acaba de ponerse bien.

En todos estos meses sólo ha participado en 3 partidos y ha jugado 198 minutos, McClaren ha dejado de llamarle con Inglaterra y el gesto de su rostro -esa sonrisa de final de temporada con el Madrid- ha cambiado radicalemente.

Sus compañeros explican cómo es: "Normalmente es feliz y chistoso, pero con su lesión está más serio y sin sonrisa", señala Peter Venegas.

Más solitario que nunca

Estos días Becks corre en solitario y ve los partidos de su equipo desde el palco.

Además, distintas informaciones apuntan a que Victoria, su mujer, no es feliz en América y quiere volverse a Inglaterra, donde sí se siente importante y valorada.