Va de entrenadores la cosa en la Liga. Tras la disputa de la duodécima jornada, los técnicos se han convertido en los grandes protagonistas, y esta vez no por destituciones, algo que por desgracia suele ser lo habitual. Solo han caído tres en este inicio de competición (Leo Franco en el Huesca, Julen Lopetegui en el Real Madrid y Mohamed en el Celta), pero los rumores sobre el futuro de unos y otros y la buena labor de bastantes de ellos se ha convertido en noticia en la competición.

"Lopetegui será sustituido provisionalmente por Santiago Solari", rezaba el comunicado de la destitución del vasco el pasado 29 de octubre. El Real Madrid no tenía aún claro si quería que el argentino estuviera todo el año al frente del equipo, pero los buenos resultados han convencido a Florentino, al menos de momento, y el rosarino ya es oficialmente el técnico blanco.

El exfutbolista cogió a un equipo deprimido, que iba noveno en la Liga y que acababa de ser humillado en el Camp Nou, y en cuatro partidos lo ha reanimado, los madridistas cuentan por victorias sus choques: 0-3 en Melilla, 2-0 ante el Valladolid, 0-5 ante el Viktoria  y 2-4 ante el Celta.

Estos números han convertido a Solari en el técnico que ha tenido un mejor debut en el banquillo del Real Madrid. El argentino ha dado minutos importantes a Vinícius Jr, se ha decantado por Courtois, ha contado con Odriozola y ha dado pocos minutos a Isco.

Con los números en la mano, suena a auténtica locura que Ernesto Valverde sea un técnico cuyas decisiones sean constantemente discutidas y no tenga buena imagen ni en los aficionados culés ni en la directiva.

El año pasado ganó Liga y Copa, y este va líder en España y también de su grupo en Europa. ¿Qué falla entonces? El fútbol del Barça no convence, y eso en el Camp Nou, donde jugar bien es casi tan importante como ganar, es algo sagrado. La sensación es que solo una Champions haría que siguiera la temporada que viene.

Su discurso es el del fútbol de ataque por encima de todo, la posesión casi antes que los goles, la filosofía del Barça llevada al extremo absoluto. Lo cierto es que los resultados le avalan, metió al Betis en Europa el año pasado y su victoria en el Camp Nou fue un golpe encima de la mesa... y la mejor forma de postularse para entrenar a los culés.

Curioso su caso, pues ha sido silbado en más de una ocasión por el Villamarín cuando las cosas no han ido bien esta temporada pese a su evidente buena trayectoria global.

Probablemente, el mejor entrenador de la historia del Atleti. Cogió a un equipo medio muerto, y ahora se codea con los grandes en España (una Liga, una Copa, una Supercopa) y Europa (dos Europa League, dos finales  Champions, dos Supercopas).

Pero el público colchonero se ha vuelto exigente, y muchos le reclaman que sea más valiente, que juegue más ofensivo, que aproveche la gran calidad de su actual plantilla.

La más que exigente afición de Mestalla está teniendo paciencia con Marcelino pese a su mal inicio de temporada (dos triunfos en 15 partidos). Pero el técnico asturiano se había ganado esa confianza en su primer año, en el que metió al equipo en la Champions, y los resultados por fin aparecen. Dos victorias seguidas para dar aire a un proyecto con muy buena pinta.

Hubo pitos en los primeros partidos del nuevo Sevilla de Pablo Machín en esta campaña. Los titubeos inciales han dado paso a un equipo que es un rodillo, segundo en Liga con una racha de seis victorias, un empate y solo una derrota (en el Camp Nou). El cambio de sistema del soriano (3-5-2) le ha sentado como un guante a los hispalenses.

De ser un equipo en constante depresión en los últimos años, siempre por la zona media-baja de la tabla pese a la alta inversión, a tener al equipo a tres puntos del líder y ser segundo hasta este fin de semana (ahora es quinto). El gran culpable es Rubí, que ha cambiado radicalmente el aire de este ahora ilusionante Espanyol.

Sería injusto no hacer una mención a entrenadores que están haciéndolo más que bien: Abelardo, que tiene cuarto al Alavés, y Sergio González, que ha puesto al recién ascendido Valladolid séptimo. También está siendo muy buena la labor de Paco López en el Levante y Eusebio en el Girona.

Por contra, complicado está siendo el año para Míchel (Rayo Vallecano), Berizzo (Athletic) y Javi Calleja (Villarreal).