Croacia dejó escapar la oportunidad de convertirse en el tercer equipo clasificado matemáticamente para los octavos de final de la Eurocopa 2016 y desperdició una renta de 0-2 en el marcador tras dejarse empatar en el último minuto ante la República Checa.

El partido comenzó con el dominio absoluto del país balcánico, que era dueño del juego y las ocasiones más peligrosas. Lo intentó permanentemente con centros al área desde ambos costados, pero al igual que sucediera ante España el pasado lunes, los checos y su férrea organización defensiva lograban repeler todos los envíos. Hasta que Perisic aprovechó una pérdida rival para encarar portería y ensayar un disparo seco y escorado al palo izquierdo de un Petr Cech que no tuvo su mejor tarde.

El descanso llegó con el 0-1 y tras la reanudación, cambiaron los roles. Los checos se lanzaron en ataque y Croacia se echó atrás a la espera de salir con velocidad para hacer el segundo. Y así sucedió. Ivan Rakitic, futbolista del FC Barcelona, recibió sólo ante el guardameta del Arsenal y lo batió con una solvente vaselina. Chequia, tocada y hundida, asistió impasible a las ocasiones del equipo dirigido por Ante Cacic, que perdonó varias ocasiones de hacer el tercero. Pero una lesión de Modric, el mejor de los croatas y líder indiscutible de los suyos, hizo que tuviera que pedir el cambio tras echarse la mano a la pierna con gesto de molestias. En su compañero en el Real Madrid, Kovacic.

Así y contra todo pronóstico llegó el gol que recortaba distancias. Un gran centro de Rosicky con el exterior de su bota izquierda encontró el cabezazo inapelable de Skoda, directo a la escuadra y ante el que nada pudo hacer Subasic. Croacia se durmió y permitió que su rival llegara vivo a los minutos finales. La falta de dominio en el centro del campo ocasionada por la ausencia de su estrella propició el crecimiento de la fe checa. Las ocasiones comenzaron a sucederse en ambas porterías y tan cerca estaba el empate de unos como el tercero y definitivo de los otros.

En un mar de nervios y con un resultado apretado, a falta de cinco minutos más el añadido para el final, los hinchas croatas lanzaron al césped varias bengalas y petardos. Ante el peligro de la situación para jugadores y equipo arbitral, Mark Clattenburg suspendió el encuentro unos instantes para examinar la situación. Tras la reanudación, llegó el mazazo para Croacia. Vida cometió un error de patio de colegio al saltar con los brazos en alto y propiciar que una jugada sin aparente peligro terminara con penalti a favor de Chequia en el descuento. Necid fue el encargado de ejecutar la pena máxima y enviar a la zona alta del arco de Subasic gran parte de las esperanzas de su país por estar en los octavos de final.Por su parte, la clasificación matemática de Croacia tendrá que esperar al martes. España espera en un partido con aroma a decisivo en el grupo D.