Alberto Contador reforzó su liderazgo en la Vuelta a España 2008 al vencer en la decimocuarta etapa, disputada entre Oviedo y la estación invernal de Fuentes de Invierno sobre 158,4 kilómetros.

El de Pinto, que alcanzó el jersey oro al triunfar en un olimpo ciclista como el Angliru, lanzó un durísimo ataque a kilómetro y medio de la línea de meta cuando rodaba junto a su compañero Levi Leipheimer y el gallego Ezequiel Mosquera.

Dos etapas asturianas, mucho público en las cunetas, dos etapa ganadas. El Príncipe de Asturias de la ronda española es Contador. El segundo español que logra vestir el jersey de líder en las tres grandes (Giro, Tour y Vuelta) tras, no podría ser de otra forma, Miguel Induráin.

Sobradísimo, Contador tiene muchas cosas que recuerdan a Lance Armstrong. La primera, su equipo, el Astaná. Si el heptacampeón del Tour tenía al US Postal (después, Discovery Channel), Contador cuenta con un Astaná a su disposición. Con Johan Bruyneel al frente, a fin de cuentas, el Astaná de hoy es el US Postal o el Discovery Channel de ayer. Los mismo perros, distintos collares.

Pero también recuerda a Armstrong por su ambición, cualidad que mostró hoy camino de Fuentes de Invierno. Podría haberse dejado llevar por Mosquera, teniendo la Vuelta ganada casi virtualmente a falta de una semana, pero atacó con una de esas arrancadas que le hacen inalcanzable.

Contador además logró los 20 segundos de bonificación, lo que logra el ganador en cada etapa, y le metió dos segundos a su compañero Leipheimer, segundo en la etapa. El madrileño refuerza su liderato y Leipheimer acaricia el podio.

Valverde y Sastre perdieron tiempo y todo fue gracias a Mosquera. El ciclista del Xacobeo-Galicia pasó al ataque a cinco kilómetros del final e impuso un ritmo durísimo que descolgó a Valverde, primero, y a Sastre, después, cuando rodaban juntos los cinco primeros en la general.

El ganador del Tour 2008, que fue el primer ilustre de la carrera en lanzar un ataque ( a 6 kilómetros del final) se agarró a la rueda del prometedor holandés Robert Gesink (Rabobank) y del francés David Moncoutié (Cofidis), el rey de la montaña de la Vuelta, y perdió 20 segundos.

Valverde se dejó un minuto en el estreno de Fuentes de Invierno como final de la Vuelta (San Isidro, el vecino paso montañoso entre Asturias y León fue dos veces meta en la década de los años ochenta) y tiene complicado alcanzar el podio. Se esperaba más batalla del murciano, sobre todo tras el trabajo del Caisse d'Epargne antes de la ascensión final, un trabajo que acabó neutralizando, por partes, a los integrantes de la fuga del día.

El belga Van Goolen (CSC) fue el último en caer, a 6 del final, con la ayuda de Juanma Gárate (Quick Step). Sastre sigue en el tercer cajón, pero tiene menos de un minuto de margen sobre Mosquera. La lucha por el tercer cajón se aprieta.

Este lunes, la Vuelta afronta una larga etapa de 202 kilómetros entre Cudillero y Ponferrada con un recorrido muy interesante si hay ganas de ataques: se pasa por el Puerto de Somiedo (largo y exigente), el durísimo Corral de Los Lobos (muchas rampas de dos dígitos que, por cierto, debutan en la Vuelta) y Ocero. En un circuito final, una sorpresa, la ascensión no puntuable de Lombillo, con rampas del 10%. Se la perderá Davide Rebellin; el italiano del Gerolsteiner, pensando en el mundial de Varese, no tomó la salida.