Rumanía es una selección históricamente inconsistente. La transición tras su época dorada, durante los años 90, fue dura, y el combinado tricolor no ha recuperado su relevancia de aquellos tiempos. La plantilla actual, con muchos jugadores de las ligas española e italiana, se ha renovado con jóvenes con potencial, aunque tienen aún mucho por demostrar.

Lo mejor y lo peor de la selección rumana

Rumanía es una selección muy rocosa, encajando apenas 5 goles en los 10 partidos de la fase de clasificación, invicta en dicha concatenación de encuentros. Por otra parte, su juventud e inexperiencia en las fases finales de la competición hacen del cuadro rumano una presa asequible en las rondas del KO, si es que puede pasar en un Grupo E que comparte con Bélgica, Eslovaquia y Ucrania.

Dragusin, la gran estrella de Rumanía

El zaguero fue adquirido en enero por el Tottenham, y a pesar de no haberse ganado la titularidad, su capacidad de jugar tanto como central, como lateral derecho, le aporta mucho valor a su presencia en la plantilla. Además, estando rodeado de competentes centrocampistas, como Ianis Hagi, Nicolae Stanciu o Darius Olaru, la salida de balón puede ser mejor de lo que una selección tan modesta podría esperar.

La selección rumana y su palmarés

Rumanía se ha clasificado de forma intermitente a la Euro durante su historia, excepto en las ediciones de 1996 y 2000, año en el que llegó a cuartos de final, la única vez en la que ha logrado superar la fase de grupos. Su participación mundialista más recordada fue en 1994, cuando, liderada por Gheorghe Hagi, alcanzó los cuartos de final, aunque lleva sin clasificarse a una Copa del Mundo desde 1998.

El equipo de Rumanía convocado para la Eurocopa

Así ha sido la fase de clasificación para la Eurocopa

Rumanía tuvo una destacada fase de clasificación para la Eurocopa 2024, terminando en la primera posición del Grupo I con 22 puntos en 10 partidos. El equipo rumano logró 6 victorias, 4 empates y ninguna derrota. Entre sus victorias más significativas se encuentra el triunfo por 4-0 contra Andorra, donde Nicolae Stanciu, Ianis Hagi, Razvan Marin y Florinel Coman fueron los goleadores del partido.

Bajo la dirección de Edward Iordănescu, Rumanía mostró un rendimiento equilibrado, anotando un total de 16 goles y concediendo solo 5. Jugadores clave como Ianis Hagi y George Pușcaș desempeñaron roles cruciales en el ataque, mientras que la defensa se mantuvo sólida a lo largo de la clasificación. En partidos importantes, como la victoria 2-1 contra Israel, el equipo demostró su capacidad para manejar la presión y asegurar resultados positivos.