¿Cómo se encuentra de la lesión?
Estoy en la etapa final de la lesión. He pasado por un momento bastante malo. Es muy frustrante, como cada lesión pasas por momentos buenos y malos. Parece que un día puedes entrenar y otros no puedes dar ni un paso. Era una lesión en el pubis muy complicada de llevar. Los médicos me dijeron que la recuperación, además, sería en base a mis sensaciones. No obstante, estoy ya entrando en pista, disfrutando de mi deporte y viendo una evolución. 

Tras romper el vínculo con Juan Tello, llega ahora una segunda etapa con Momo González. ¿Cómo la afrontan? Todo se ha dado para que vuelva la pareja malagueña. Estoy ilusionado y emocionado de unir fuerzas con él. Es un momento perfecto para unirnos. Ambos hemos madurado internamente por separado, hemos vivido experiencias diferentes y nos ha hecho crecer de forma individual. Nos podemos adaptar y creo que encontraremos la alegría de cuando jugábamos juntos. Yo lo necesito (recuperar la alegría) porque había perdido esa esencia, y junto a Momo creo que la voy a recuperar. 

¿La pérdida de alegría fue una de las claves de la ruptura con Juan Tello?Con Tello presentamos un proyecto muy prometedor. Éramos dos jugadores muy agresivos y con un nivel de juego parecido a Tapia y Coello, salvando las distancias, pero cada persona es un mundo diferente. Por muchas expectativas que imagines… la realidad es otra. Con el ‘Gato’ (Tello) habíamos pasado por un año con muchos altibajos y habíamos realizado grandes torneos con un nivel muy bueno. Sin embargo, el cómputo global y las sensaciones no eran tan buenas. A nivel personal estoy muy bien con él, no lo conocía tanto como en esta época. Le deseo mucha suerte. 

Todo el mundo del pádel conoce que sufre diabetes desde, prácticamente, los 10 años. ¿Cómo se prepara de forma profesional ante este problema?
Es difícil. Juego con un handicap negativo, aunque no me guste decirlo. Mi rendimiento no puede estar al mismo nivel que una persona que no tenga este problema. Por lo tanto, tengo ese reto diario de intentar llegar y ajustarme al mismo rendimiento que mis compañeros. Al final, convivo con ello y soy consciente de ello. No obstante, quiero transmitir al mundo que yo he cumplido mi sueño y desde mi punto de vista a un buen rendimiento. Si yo lo he conseguido, todas las personas que lo propongan lo harán. Es lo más importante. 

¿Lleva una rutina especial para cada partido y torneo?
Sí, por supuesto. Hay que ser muy responsable, tener mucha consciencia, conocerse a uno mismo y tomar decisiones de forma constante. Por eso es muy difícil conseguir una estabilidad de rendimiento, porque hay situaciones que te pueden llevar a un mal episodio. Yo llevo mi rutina diaria de lo que creo que puede venir bien, pero es un patrón individual. 

Después de dos años de duras negociaciones, Premier Padel es una realidad. ¿Cómo ha sentado el cambio en el circuito?
Ha sido una transición dura, dos años muy duros, de muchos torneos y de muchas pruebas. Creo que ha pasado factura porque hay muchas lesiones fruto de ese esfuerzo. Creo que viene una etapa diferente, los comienzos no son fáciles y hay mucho que mejorar. Con la vista en el futuro, es un proyecto prometedor y que puede hacer crecer este deporte. Nosotros queremos (los jugadores) la evolución de nuestro deporte y para que los jugadores más jóvenes sientan que el pádel tiene una vía de futuro para poder dedicarte a ello.