El banquillo del Almería se cobra una nueva víctima tras el empate del equipo 'indálico' frente al Sevilla. Gaizka Garitano, que tomó las riendas del conjunto almeriense en octubre, no ha logrado una sola victoria en sus 19 partidos en los banquillos andaluces, y ha sido destituido. 

El elegido para intentar darle la vuelta a la dinámica del equipo es el experimentado Pepe Mel. El madrileño vuelve a Primera División tras estancias en Las Palmas y Málaga, en segunda división en ambas ocasiones, y el O.F.I. Creta F.C. griego. 

La última vez que Pepe Mel fue entrenador de un equipo en la máxima categoría del fútbol español fue en 2017, salvando al Deportivo de la Coruña del descenso, y siendo destituido al inicio de la temporada en la que el conjunto gallego finalmente caería a Segunda. 

El madrileño es el cuarto hombre en dirigir al Almería durante la presente temporada. La campaña arrancó con Vicente Moreno al mando, pero fue cesado en septiembre. Su lugar lo ocupó como interino durante apenas dos encuentros Alberto Lasarte, entrenador del filial. Garitano llegaba para ser la opción definitiva, pero el Almería ha apostado por Mel con un ojo ya puesto en Segunda División. 

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Diez partidos y treinta puntos, eso es lo que queda de temporada para un Almería a catorce puntos de la salvación, y sin una sola victoria en el casillero. Pepe Mel llega como revulsivo, como una última oportunidad de sacudir el avispero, pero también con un entrenador con amplia experiencia en Segunda (305 partidos), que tendrá, casi con toda seguridad, y si el equipo decide apostar por él la próxima temporada,  la tarea de liderar en dicha categoría al combinado almeriense.