Aunque aún parezca más un sueño que una realidad, por el estado todavía embrionario del proyecto, el nuevo Camp Nou está cada día más cerca. La demolición del coliseo blaugrana ya finalizó, dejando de pie y al descubierto apenas los maltrechos cimientos de la estructura -que data de 1954- para ahora edificar sobre ellos la que será la nueva y espectacular casa del Barça.

Tal y como avanzan las obras, se antoja complicado que el equipo blaugrana regrese a su estadio este mismo 2024 como pretendían, aunque fuese con menos aforo. Por eso, para apaciguar los ánimos y dar algo de fuerza a la afición para seguir comprometida con el sacrificio que supone acudir al estadio Lluís Companys en Montjuïc, el Colegio de Arquitectos de Catalunya ha hecho públicas nuevas imágenes simulando el acabado final del Camp Nou que viene.

La remodelación acometerá un rediseño agresivo pero clásico a la vez, como explicaron los responsables del proyecto en el evento donde desvelaron los nuevos renders del Nou Camp. Por un lado, el arquitecto Lluís Moya desveló el proyecto del futuro Espai Barça, que actualmente está en construcción; y por el otro, el también arquitecto Ignacio López Alonso repasó la historia del histórico estadio barcelonés y la evolución que fue experimentando desde su fundación hasta ahora.

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Todo ello para abrir boca y poner contexto a los cambios y mejoras que vivirá el Camp Nou con esta reforma, que persigue preservar la esencia del club en sus instalaciones a la par que lograr una apertura y un vínculo con la ciudad, según sus creadores. Para ello, contará con elementos de vanguardia como la cubierta más grande de Europa, aunque no sea completa ni retráctil como la del Santiago Bernabéu.

También incorporará finalmente tres videomarcadores gigantes, en lugar de la pantalla 360º que proponía inicialmente el proyecto. Igualmente, se hicieron públicas las simulaciones de lo que vendría a ser la entrada principal al estadio, con la decoración exterior por anillos que conllevaría; la sala de prensa con inclinación como un anfiteatro; y detalles de una Zona VIP de la tercera gradería, con terraza bar.

Todo ello, insistimos, no deja de ser por el momento una simulación. Las obras siguen avanzando, y aunque el rimo de trabajo sugiere otra cosa, desde el Barça son optimistas y creen que cumplirán de sobra los plazos que ellos mismos se marcaron. Por lo tanto, esperan que el equipo pueda jugar de nuevo en casa en noviembre de este mismo año, coincidiendo con el 125 aniversario de su fundación. Lo que sí saben con certeza es que, de lograrlo, deberán regresar con dos tercios del aforo y con la primera y la segunda gradería acabadas. 

Paralelamente, se seguiría trabajando en la tercera gradería y los anillos con palcos VIP con celeridad y urgencia, ya que el Barça está notando sobremanera el jugar fuera de su hogar esta temporada. El actual estadio de Montjuïc, que fuese casa del Espanyol además durante años, está maldito para los azulgrana, cuyas tres últimas derrotas se consumaron precisamente allí, en un ambiente desangelado con entradas de público notoriamente inferiores a las del Camp Nou... y a las del propio estadio olímpico, casi nunca lleno.