La gran eliminatoria del Athletic Club frente al Atlético de Madrid en las semifinales de la Copa del Rey ha quedado empañada por los graves incidentes ocurridos en en el partido de vuelta, declarado de alto riesgo, en los aledaños de San Mamés, que ha dejado imágenes escalofriantes y varios heridos.

La tensión comenzó horas antes del encuentro, cuando los aficionados del Atlético de Madrid se encontraban en un restaurante y un grupo de radicales del Athletic entró por sorpresa para atacarlos, según el testimonio de las víctimas.

Agresión a aficionados del Atleti

"Un grupo decidió entrar en una restaurante. Estaban comiendo y cuando llevaban dos horas entró arrasando otro grupo. A un chaval le abrieron la cara, que es el que está en el hospital. A otro le dieron un botellazo en el ojo... Estaban muy asustados porque llamaron a la Policía y les dijeron que no podían acudir, porque no tenían efectivos", explicó la mujer de un agredido en El Larguero de la Cadena SER.

Lanzamiento de bengalas y objetos

Con la llegada del Athletic a San Mamés, los aficionados del Athletic dieron al equipo un caluroso recibimiento para afrontar al partido. Sin embargo, cuando ya había pasado el autobús del equipo local, un grupo de radicales comenzó a tirar bengalas y objetos en las inmediaciones del estadio, principalmente hacia la Ertzaintza.

La Ertzaintza, acorralada en San Mamés

La tensión fue creciendo a pasos agigantados. Los aledaños del estadio del Athletic era un auténtico infierno, también para la Ertzaintza. Los agentes se vieron obligados a refugiarse en el interior de San Mamés mientras los ultras intentaban derribar las puertas con todo tipo de objetos.

Un detenido y cuatro ertzainas heridos

Una persona ha sido detenida en Bilbao por la Ertzaintza tras encuentro, acusada de desórdenes públicos y de atentado contra agentes, y cuatro ertzainas resultaron heridos en los acompañamientos a los equipos.

Fuentes del Departamento vasco de Seguridad han informado a Efe de que los agentes han sufrido distintas contusiones por lanzamiento de objetos como botellas en los momentos en que los dos equipos accedían y abandonaban el campo.

Posteriormente, una vez acabado el encuentro, la Ertzaintza detuvo a una persona acusada de desórdenes públicos y atentado contra los agentes