Athletic Club y Atlético de Madrid disputaron este jueves un accidentado partido de semifinales de Copa del Rey, un duelo marcado por la violencia de los ultras en la previa y por los accidentes con la grada, dos indisposiciones de aficionados que obligaron a detener el duelo durante varios minutos.
El partido arrancó tras los lamentables altercados entre ultras saldados con varios aficionados colchoneros heridos, incidencia que no sería la única del duelo.
Tras el pitido inicial se produjeron hasta dos accidentes en las gradas, el primero pasada la media hora de juego, momento de la primera interrupción —durante algunos minutos— de un partido reanudado con los locales llevando la delantera.
La segunda llegó justo en el descanso, un caso de atragantamiento de otro aficionado que prolongó el tiempo de espera del duelo durante diez minutos más allá del cuarto de hora reglamentario de descanso. La incidencia fue comunicada por el club vasco justo en el momento de la reanudación en un escrito con más detalles sobre la evacuación del afectado:
El partido se ha reanudado más tarde tras el descanso debido a una emergencia sanitaria en la grada. Una persona ha sufrido un atragantamiento y, gracias a los servicios médicos, se le ha estabilizado y trasladado al hospital, informó el Athletic a través de sus canales oficiales.
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