El juez propone juzgar a Rubiales por el "beso no consentido" y las presiones a Jennifer Hermoso

Europa Press
El juez de la Audiencia Nacional Francisco de Jorge ha propuesto juzgar al expresidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales.
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El juez de la Audiencia Nacional Francisco de Jorge ha propuesto este jueves enviar a juicio al expresidente de la RFEF Luis Rubiales por el beso "no consentido" que dio a Jennifer Hermoso en la entrega de medallas de la final del Mundial de Australia y Nueva Zelanda, así como por las presiones que hizo para que la jugadora dijese que el 'pico' había sido consentido.

También serán juzgados Albert Luque, director de la selección masculina absoluta, Rubén Rivera, responsable de marketing de la RFEF, y Jorge Vilda, exseleccionador nacional, por las coacciones a las que supuestamente sometieron a la jugadora tras lo ocurrido. Tras el auto del instructor, lo siguiente será que la Fiscalía, la acusación particular y la defensa presenten sus respectivos escritos solicitando la aplicación de una pena concreta o el sobreseimiento de la causa. Para ello cuentan con un plazo de diez días, según detalla el auto. 

El juez instructor ha firmado un auto de transformación de la causa en procedimiento abreviado, dando así por finalizadas las investigaciones que dirige desde hace meses. Según sus conclusiones, el beso a Hermoso "no fue consentido y fue una iniciativa unilateral y sorpresiva" de Luis Rubiales. Por otro lado, De Jorge advierte de que "la finalidad erótica" o la falta de ella y el "estado de euforia y agitación" en el momento del beso son "elementos cuyas consecuencias jurídicas deberán valorarse en el juicio oral". 

Con todo, el magistrado no precisa la calificación de los tipos penales que aprecia en los hechos investigados, si bien afirma que se trata de "hechos  relevantes penalmente". En cuanto al beso, De Jorge apunta que "afecta a la esfera de la intimidad reservada a las relaciones sexuales, en particular en el contexto de dos personas adultas". Sobre las conductas de Luque, Rivera y Vilda, el juez ve indicios de una acción coordinada con Rubiales cuyo objetivo era "doblegar la voluntad de Jennifer Hermoso y conseguir que accediera a grabar un vídeo en el que dijese que el beso había sido consentido". 

Del "malestar" por el beso al "estrés" por las presiones

El relato del instructor comienza el 20 de agosto de 2023, precisamente en el momento en que se entregaron las medallas a las jugadoras de la selección. Durante el saludo protocolario de la reina y el entonces presidente de la Real Federación Española de Futbol, Rubiales "sujetó" con ambas manos la cabeza de Hermoso y "de manera sorpresiva e inesperada" propinó un beso en los labios a la jugadora.

La futbolista, dice el auto, "no se apercibió de la intención del querellado de besarla en los labios ni dio su consentimiento para ello". "Desconcertada y sorprendida", Hermoso no tuvo tiempo de reaccionar, trató de "restarle importancia" y de continuar celebrando el histórico triunfo. Pero con el paso de las horas la "euforia" dio paso al "malestar" y el sentimiento de "ofensa", un tránsito que no hizo sino acelerarse "ante las presiones" de Rubiales y su círculo próximo. 

Ya en el avión de regreso a España, el director de la RFEF trató de convencer a Hermoso, según el relato del juez, para grabar conjuntamente un vídeo que le exculpara, pero la mundialista se negó y dejó claro su malestar. Acto seguido, Rubiales pidió a Vilda que hablase con el hermano de Jennifer Hermoso para que este convenciera a la futbolista. El entonces seleccionador nacional buscó a Rafael Hermoso en el avión y le advirtió de que si su hermana no participaba en el vídeo, su negativa tendría "consecuencias negativas para ella", que experimentaría "perjuicios en su carrera profesional". 

Según acota De Jorge, las siguientes presiones se dieron, también por encargo de Luis Rubiales, cuando Rubén Rivera pidió a Hermoso "de manera reiterada y persistente" que hablase por teléfono con la sección de Integridad de la Federación y -una vez más- que participase en el vídeo exculpatorio. 

De nuevo, la mundialista indicó que no quería hablar de ese tema, de forma "clara" y con "expresión de hartazgo". Por otro lado, "Hermoso contestó por Whatsapp a Albert Luque, nuevamente rechazando hablar con él". Tras esta última negativa, y ya en el viaje a Ibiza celebrado tras la victoria, Rivera pasó a continuar las presiones a través de "una amiga de Hermoso", Ana Ecube, que en septiembre declaró en la Audiencia Nacional. Fueron "horas" de "persistentes requerimientos a Ecube con el mismo objetivo que las anteriores presiones y el mismo resultado. 

Ante las "reiteradas negativas", dice el magistrado, Luque dio un paso más allá y "se personó en el hotel intentando forzar a Hermoso a hablar con él para convencerla de participar en el vídeo". Otro intento frustrado al que siguieron unos mensajes de Whatsapp a Ana Ecube en los que Luque insistió, expresó su enfado y le acusó de "mala persona". El director de la selección masculina deseó a Ecube que se sintiera "muy sola en la vida". Llegados a este punto, de acuerdo con el relato del juez, las presiones habían causado en Jennifer Hermoso "una situación de ansiedad e intenso estrés". 

La Sala de lo Penal ordena citar a Montse Tomé

Horas después de que Francisco de Jorge diera por acabada la etapa de instrucción, la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha estimado un recurso de Jorge Vilda que proponía citar a declarar como testigo a Montse Tomé, su sucesora como entrenadora de la selección femenina. La Sala ha ordenado su citación para que aclare si no convocó a Hermoso en dos partidos por la negativa a firmar un comunicado conjunto con Rubiales. En un auto, los magistrados de la Sección Tercera consideran que esta diligencia está justificada y es pertinente.

La Sala de lo Penal aclara que es pertinente conocer si dejar a Hermoso fuera de la convocatoria fue una imposición o si tuvo alguna relación con las coacciones investigadas y, por tanto, fue una decisión ajena al criterio profesional. En este sentido, la defensa del exseleccionador apuntaba que en el interrogatorio del hermano de la jugadora, Rafael Hermoso, y de otras personas, el Ministerio Fiscal vinculó esa decisión de Tomé con las supuestas presiones ejercidas por Vilda sobre el entorno de la jugadora.

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