'Aconcagua en femenino': cuatro montañeras españolas coronan la montaña más alta de América

Las mujeres de Adebán en la cima del Aconcagua.
Las mujeres de Adebán en la cima del Aconcagua.
Foto Adeban
Las mujeres de Adebán en la cima del Aconcagua.

Un grupo de alpinistas españolas de entre 50 y 75 años consiguieron coronar el Aconcagua (6.962 m) este fin de semana tras una ascensión épica y emocionante que tuvo en vilo a mucha gente que las seguía por la radio y por las redes sociales, en directo. Así fue la expedición de "Aconcagua en Femenino":

El reto de las diez heroínas

Diez montañeras españolas del club aragonés Montañeras Adebán se propusieron este mes un reto difícil: ascender la montaña más alta de América, el famoso Aconcagua, un pico de casi 7.000 metros, ubicado en la provincia de Mendoza, en el oeste de la República Argentina. Las integrantes del equipo fueron: Marta Alejandre (guía), Amelia Bella, Astrid García, Laura Hernández, Carmen González, Elena Elipe, Maite Pariente, Elena Julián, Cristina Izquierdo, y Ana Bravo.

El asalto a la cumbre levantó mucho interés en las redes sociales durante todo el fin de semana, y mucha gente se incorporó a seguirlas en directo, incluso desde otros países. Finalmente, cuatro integrantes del grupo, Marta Alejandre (guía, Aragón), Astrid García (Aragón), Ana Bravo (Madrid) y Maite Pariente (Barcelona) consiguieron hacer cumbre.

Fue una lucha épica de parte de estas mujeres trabajadoras, entre ellas también madres, todas ellas amantes de la montaña. Sin marcas ni patrocinios, con lo puesto y con el corazón en la mano, soñaban con demostrar que la edad solo era un número para ellas. Tras el ascenso, con todas abajo sanas y salvas tras su exitosa ascensión, 20Minutos tuvo la oportunidad de entrevistar a una de ellas, a Astrid García, quien compartió los detalles del ataque a la cima.

Un ascenso épico con mucho seguimiento en directo

El grupo liderado por la guía ochomilista Marta Alejandre abandonó el campamento base el pasado 18 de enero. Se pudo seguir su ascensión prácticamente en directo, gracias a sus breves informes y el tracker (PGS) de una de ellas. Conforme pasaban las horas, más y más gente se incorporó en el seguimiento de la ascensión, y las redes sociales se volcaron con el grupo de mujeres.

El primer día las montañeras llegaron al Nido de Cóndores, que es el campo 1 situado a 5.600 metros. La estrategia inicial había sido ascender a otro campamento más arriba el día siguiente, para iniciar el asalto a la cima definitivo desde ese campo llamado Cólera, ubicado a 6.000 metros, pero cambiaron de estrategia y decidieron ir a por todas hasta la cima desde el campo 1. La decisión fue tomada por Marta Alejandre y otros dos guías de otros dos grupos que también atacaron cima ese día. Al no haber una ventana de tiempo segura, era preferible montar las tiendas a 5.600 metros, porque en caso de viento fuerte no querrían desgastarse durante la primera noche a mayor altura. 

Unos días antes, en el campamento base, de hecho, había hecho tanto viento que las carpas volaron por todas partes. Los tres días de ascensión previstos se redujeron así a dos días duros.

Tras montar el campo en el Nido de Cóndores, Alejandre informó por mensaje de voz la radio Ser Pirineros de que las mujeres estaban listas para meterse en sus tiendas y descansar para el largo camino que las esperaba a partir de las 2 de la madrugada del jueves. Nerviosas, pero decididas y centradas, con 1.500 metros de desnivel por solventar y un camino larguísimo, donde el éxito no estaba garantizado y donde el oxígeno era cada vez más escaso, abandonaron las tiendas a las 2 de la madrugada del día 19 de enero, con la excepción de Elena Elipe (por problemas de lumbares) y Carmen González

Cuando las otras ocho abandonaron el Nido, era una noche 'regalada', porque no se imaginaban que iban a tener tanta suerte: salieron sin viento, aunque con bastante frío, y llegaron con algunas complicaciones al campo de Cólera, ubicado a 6.000 metros.  Durante esta travesía trataron de mover los dedos de los pies en las botas y los dedos de las manos en las manoplas constantemente, para evitar congelaciones, aunque ya estaban empezando a tener problemas principalmente por la escasez de oxígeno.

Cuando alcanzaron los 6.300 metros, una de las compañeras, Laura Hernández, empezó a tener dolores en los pies, con síntomas de congelación, así que decidió darse la vuelta. Poco más arriba, Amelia, la mayor de todas, también se dio la vuelta después de amanecer. 

Todavía les quedaban 600 metros de desnivel con el reto de cruzar un pequeño nevero también. Y fue justo en ese punto cuando Cristina Izquierdo y Elena Julián se vinieron un poco abajo y optaron por renunciar y darse la vuelta junto a un par de guías locales que las acompañaron en el descenso. 

El resto de las mujeres llegó a la llamada Cueva, a más de 6.600 metros. "Nos dio un mazazo allí, yo me quedé como dormida. La escasez de oxígeno de cada paso fue tremendo, no he sufrido más en toda mi vida", contó Astrid García a 20Minutos. "Lo más duro fue la falta de oxígeno, cada paso se acompañaba de un momento de sueño y de enorme esfuerzo, la respiración no daba de sí, experimenté sensaciones que antes solo las leía en relatos escritos por alpinistas", añadió Astrid.

Finalmente, el 19 de enero, a las 13.00 horas, las cuatro integrantes del grupo llegaron a la cima. Como detalle curioso, Astrid contó a su marido que al ver que las dos más fuertes (aparte de la guía) eran de Madrid y de Barcelona, ella no quería dejar sin representación a Aragón en la cumbre, así que pensó: "vamos, al tajo", teniendo en mente a sus hijas que le daban fuerzas para seguir hacia arriba. 

Ha sido una experiencia extraordinaria 

Tras media hora en la cumbre, emprendieron el descenso a toda velocidad y al llegar al Nido, el resto del equipo las esperaba con agua y comida. "Ha sido una experiencia extraordinaria, lo hemos logrado todas juntas, el éxito es de todo el equipo", dijo Astrid. "Cada una hizo su propia cima, y lo dio todo por ella", añadió.

El mensaje que estas titanas quieren transmitir con esta expedición es que "los sueños no tienen edad" para ellas: "Queremos seguir en la montaña, y aquí hay hueco para todas", expresaron.

Un club pionero en España

Y ¿qué podemos decirles desde nuestra redacción aparte de felicitar a todo el equipo? Pues que, como detalle lingüístico, que el significado de palabra aragonesa "adebán" significa "adelante".

El club de Adebán, nacido formalmente en 2018, es un club deportivo para la promoción de deporte femenino en montaña, cuyos miembros son tanto profesionales como aficionadas, de cualquier edad, donde todo el mundo tiene cabida.

El club es liderado exclusivamente por mujeres, pero abierto e integrador, y pretende posicionar la iniciativa femenina en la gestión y promoción de los deportes de montaña, respondiendo a la necesidad de ofrecer a las mujeres un medio donde crecer deportivamente y realizarse, teniendo para ello como ejemplo a maestras de vida y de deporte.

Desde sus inicios el club ha crecido notablemente y cada fin de semana hacen diferentes programas, entre ellos, escalada de roca, montañismo, esquí de montaña, barranquismo, y un sinfín de actividades. Su amor por el entorno natural y por las montañas sobrepasa límites, y este entusiasmo se pega a todo el mundo que las visite y participe en los programas del club.

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