Este martes prosiguió la investigación judicial relativa al 'caso Rubiales' y la jornada arrancó con las declaraciones de José María Timón, jefe de Gabinete de la RFEF del momento, quien negó ante la Audiencia Nacional que presenciase las supuestas presiones a la futbolista Jenni Hermoso para que justificara públicamente el beso del ya expresidente. Tras él llegó el turno de Javier Puyol, responsable de 'compliance' de la Federación, en cuyas declaraciones sí ha apuntado a la existencia de presiones a la jefa de prensa de la selección femenina, Patricia Pérez, versión que hace sospechar a la Fiscalía que varios de los testigos podrían haber mentido durante el proceso judicial.

En concreto, según afirman fuentes judiciales, Javier Puyol, aseguró que la jefa de prensa de la selección femenina, Patricia Pérez, fue presionada en la reunión de Integridad que se celebró en el RFEF tras la polémica del Mundial.

Según explicó la propia Patricia Pérez al juez durante su turno de declaraciones, en esa reunión estuvieron presentes varias personas, entre ellas Rubiales, el padre de Rubiales y el actual seleccionador masculino de fútbol, Luis de la Fuente.

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En esta jornada de martes, el juez ha escuchado también como testigo al psicólogo de la selección femenina, Javier López Vallejo. Sin embargo, las fuentes consultadas señalan que no ha aportado datos sobre las presuntas presiones.

Por su parte, fuentes fiscales consideran ahora que la declaración de Puyol aporta datos que vienen a demostrar que algunos de los participantes en ese encuentro mintieron en su declaración como testigos. Además, creen que Timón ha faltado a la verdad y ha contradicho la versión de otros testigos.

Ronda de testificales

Tras estas testificales, este jueves el instructor escuchará como testigos a la futbolista Laia Codina y al presidente del Comité Nacional de Fútbol Femenino, Rafael del Amo.

Además, ese mismo día tomará declaración a un testigo que presenció la conversación mantenida entre el exseleccionador femenino Jorge Vilda y el hermano de la jugadora, Rafael Hermoso, en el avión de regreso a España desde Australia tras el Mundial.

El día 30 de este mismo mes también se celebrará un careo entre una amiga de la jugadora, Ana Belén Ecube y el director de marketing de la RFEF, Rubén Rivera, que compareció como investigado por las posibles coacciones a la jugadora.

Dos versiones opuestas

Ante el juez, Rubiales defendió que el beso fue una "muestra de afecto" que se produjo de forma "natural", a la luz de "millones de ojos" y que fue "con consentimiento". A preguntas del abogado de Hermoso, aseveró que se trataba de una "celebración totalmente extraordinaria", que preguntó a la jugadora antes de darle el beso y que ocurrió "con consentimiento".

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"Si le pregunté antes, ¿cómo no le voy a respetar?", respondió a la pregunta de si consideraba que había respetado a la jugadora al besarle en la boca, para luego apuntar que Hermoso tras ese episodio "se fue muerta de risa" y dándole "dos cachetes en el costado".

Sin embargo, en su declaración ante la Fiscalía, revelada por el programa 'Código 10' de Telecinco, Hermoso declaró que el beso no fue consentido ni se sintió respetada como persona y futbolista. "Me estaban sometiendo a algo que yo en ningún momento busqué ni hice para encontrarme con esa situación", desveló.