Después de un mes complicado para Aston Martin, en el que han pasado en cuestión de seis carreras de ser un equipo puntero a ser el noveno coche de la parrilla, el Gran Premio de Brasil ha supuesto el punto de inflexión que necesitaban para recuperar la sonrisa y demostrar que no se estaban quedando atrás; y eso que solo se ha disputado por el momento la clasificación para la carrera del domingo.

Suficiente para que Fernando Alonso y Lance Stroll recuperen la confianza en el AMR23, que ahora vuelve a ofrecer motivos para creer y soñar. Saldrán ocupando la segunda línea de parrilla, al acecho del poleman Max Verstappen y de Charles Leclerc, y con los Mercedes y los McLaren por detrás. Ni en sus mejores sueños, vista la dinámica de las últimas citas, esta situación parecía factible en Interlagos.

Venían, de hecho, de vivir momentos muy complicados en citas como Singapur, Estados Unidos o México, en las que uno o ambos bólidos se vieron forzados a retirarse. Las mejoras dejaron de funcionar, las piezas antiguas ya no valían, y todo parecía un desastre que se ha vuelto a demostrar que no era tal. Simplemente necesitaban tiempo para entender de nuevo el coche, y poco a poco lo van consiguiendo.

Pedro de la Rosa, embajador de la marca, desveló durante la clasificación que habían montado "un mix de piezas" en el AMR23 con "una selección de las piezas del paquete nuevo" que creen desde Aston Martin que funcionaron bien, y "otra parte de las aerodinámicas del paquete viejo", empleando dos configuraciones diferentes en cada coche para crear la definitiva de cara al resto del fin de semana. 

Parece que han dado con la clave para exprimir su rendimiento al máximo empleando esa estrategia, como también reconoció un exultante Fernando Alonso nada más acabar la sesión: "Hemos estado experimentando un poco con el coche, set up y los paquetes. Creo que ahora tenemos una idea clara, algunas conclusiones mejores después de Estados Unidos y México sobre qué paquete y qué partes del paquete funcionan mejor en determinados circuitos y en determinadas curvas".

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"Sabemos que el ritmo está ahí, como vimos en Austin. Espero que ahora en Brasil tengamos otra oportunidad. Ha sido un buen día. Estoy muy contento por el equipo con este resultado, realmente lo necesitábamos después de dos fines de semana que parecía que estábamos un poco atrás, un poco perdidos. Analizamos todos los datos y volvimos aquí más fuertes de lo que estábamos hace alguna carrera. A ver si podemos aprender cosas de cara al sábado y el domingo", señaló el bicampeón con una sonrisa.

"Necesitábamos un buen resultado aquí en Brasil para dar esperanza al equipo, demostrar que hemos entendido algunas cosas y que somos bastante competitivos. Esto demuestra que sabemos lo que hacemos; y estoy contento por eso" finalizó el piloto asturiano, muy satisfecho con el rendimiento de su monoplaza y con la capacidad del equipo para, por fin, identificar sus problemas y reconocer las fortalezas de sus últimos paquetes de mejoras.