El Masters 1.000 de París está dejando grandes partidos, pero también sorpresas como la temprana eliminación de Carlos Alcaraz y polémicas como la que ha protagonizado Jannick Sinner, después de anunciar que no comparecerá ante Alex de Miñaur en su encuentro de octavos de final previsto para las 17.00 horas de este jueves.

El tenista italiano tomó en la madrugada del miércoles la decisión de abandonar el torneo francés, muy molesto con la organización del mismo y con los ajustados horarios establecidos. Un enfado motivado por su ajustada y batallada victoria la pasada noche ante el estadounidense Mackenzie McDonald, que se resistió de lo lindó y no claudicó hasta bien entrada la madrugada, más precisamente a las 2:37 horas.

Más de dos horas y cuarto de partido que ya de por sí comenzó tarde, pasada la medianoche, por culpa del resto de retrasos de la jornada, en la que hubo un encuentro de más de tres horas y media de duración (Zverev vs Humbert). Una situación impredecible pero evitable que ha terminado con la paciencia de Sinner, cansado tras el torneo de Viena y consciente del riesgo de lesión que supone jugar de forma casi consecutiva y sin el reposo apropiado.

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La organización del Masters está siendo muy cuestionada en general, pero el caso de Sinner en particular ha hecho saltar todas las alarmas. Uno de los máximos favoritos, número 4 del mundo, forzado a jugar apenas 14 horas después de otra extenuante eliminatoria, sin opción a buscar una alternativa que respete su integridad física. Mientras, su oponente australiano pasará directo a cuartos, donde enfrentará a Rublev.

Por todo ello, tanto el tenista como su equipo cargaron anoche duramente ante la pésima organización del campeonato, dejando caer la que sería su decisión final. Su entrenador compartió en Instagram su opinión sobre el trato a los tenistas, y Sinner dejó ya en el aire su participación en los octavos de final: "No sé si saldré a jugar. Depende de cómo me sienta mañana".