El expresidente de la RFEF, Luis Rubiales, ha emitido un comunicado de cuatro páginas para responder a la decisión de la FIFA de inhabilitarle para el ejercicio de cualquier actividad relacionada con el fútbol durante tres años, y en el que anuncia su intención de apelar. "Por muchos esfuerzos de algunos políticos, medios e instituciones, cada vez está más clara la desproporción e injusticia cometida", asegura el exdirigente.

"El procedimiento de FIFA se ha caracterizado por emitir decisiones sin los fundamentos de las mismas, lo que en términos prácticos me ha impedido presentar apelación de manera inmediata, lo que a su vez se traduce en que, a día de hoy, llevo 66 días de los 90 días suspendido sin haber tenido siquiera una audiencia completa para defenderme", denuncia Rubiales tras detallar las fechas de las comunicaciones del organismo rector del fútbol mundial desde que se produjese su beso a Jenni Hermoso en la final del Mundial.

El exmandatario de la Federación Española, que asegura haberse enterado de la decisión de la FIFA a través de los medios por la "celeridad" del organismo para publicar su comunicado, señala que "la Comisión Disciplinaria basó la decisión y la urgencia [para suspenderle cautelarmente] en que 'mi presencia como presidente de la RFEF podía impedir la administración de la Justicia" en cuanto al procedimiento disciplinario de FIFA se refiere.

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De esta manera, se pregunta por qué fue rechazada su apelación el pasado 29 de septiembre, cuando ya había presentado su dimisión tanto en la RFEF como en la UEFA, donde ocupaba la vicepresidencia. "Si ya no ocupaba ningún cargo en el mundo del fútbol, ¿cómo puedo ser un peligro para el procedimiento por tener un cargo?", insiste.

Y vuelve hacer hincapié en que "todo fue notificado sin fundamentos, fundamentos que hoy, 30 de octubre, aún no se me han trasladado, impidiéndome de nuevo apelar la decisión ante el TAS", y denuncia de nuevo que, tras 66 días sancionado, "todavía no se me ha concedido audiencia alguna".

"Se solicitó audiencia para poder presentar en persona mis argumentos ante la Comisión Disciplinaria, pero se me denegó, sin explicar el motivo", afirma el expresidente de la RFEF, que asegura haber denunciado la inclusión en el expediente de "únicamente las declaraciones de personas que, según la prensa, habían declarado en mi contra ante la Audiencia Nacional" y que "ahondaban en una idea negativa hacia mí", mientras que no se tenía en cuenta "cualquier noticia o publicación en ningún otro sentido".

En este sentido, el también exfutbolista recuerda que "cualquier ente juzgador debe tener en cuenta todas las pruebas disponibles y no solamente las pruebas que sustentan la versión de la parte que quiere condenarme". Y señala, del mismo modo, que "en alguna ocasión" estas declaraciones "han sido efectuadas incluso por personas que no son parte del procedimiento".

Todo esto, desde su punto de vista, le ha causado tal "prejuicio" como para ser declarado como "la mayor desgracia del mundo del fútbol" por la Secretaría General de FIFA. Unas declaraciones "que ponen en tela de juicio la imparcialidad e independencia de los organismos que están a su cargo y que no han tenido lugar entorno a expedientes de casos muchos más graves".

"Partiendo de la base de la presunción de inocencia que todos hemos de tener, cada uno puede sacar sus propias conclusiones sobre la forma de actuar de FIFA en comparación de mi expediente y otros asuntos, en los que como mínimo el acusado ha tenido la oportunidad de presentar sus alegaciones antes de recibir una sanción provisional (si es que la han llegado a recibir)", continúa Rubiales, que recuerda que incluso "alguno de ellos no ha sido suspendido, siendo las acusaciones muchísimo más graves".

Además, el expresidente de la RFEF critica el "linchamiento político y mediático" que ha recibido y que, a su juico, "ha generado una ola en la que determinadas instituciones han querido actuar de determinada manera, más allá de preservar la presunción de inocencia o de dar a todas las partes las mismas oportunidades para que el proceso fuese justo y proporcional".

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"Que cada uno saque sus propias conclusiones", sentencia, al tiempo que deja claro que "cada vez está más clara la desproporción e injusticia cometida en este asunto" a pesar de los "esfuerzos de determinados políticos, medios e instituciones". Y concluye insistiendo en que "todo momento he mantenido una versión de los hechos, que es la verdad de lo sucedido y que es la misma que voy a mantener hasta que termine el procedimiento".

Por último, Luis Rubiales concluye su comunicado prometiendo que "llegaré hasta la última instancia para que se haga justicia y resplandezca la verdad".