Ha sido un inicio de ensueño para Messi en la MLS desde su aterrizaje el pasado mes de julio, pero alguna vez tenía que volver a la realidad el argentino. Lo hizo en la madrugada de este domingo, en su primera decepción como futbolista del Inter de Miami, al caer ante Cincinnati (0-1) y quedarse sin opciones de disputar los 'playoffs'.

En el día que regresaba de una lesión que le ha tenido apartado de los terrenos de juego durante 17 días, Leo no pudo decantar la balanza para el conjunto floridano pese a que mejoró a su equipo en ataque en los 36 minutos que estuvo sobre el verde.

Miami le necesitaba. Tras una primera parte igualada, Cincinnati había metido una marcha más al inicio de la segunda y había amenazado la meta de Callender con mucho peligro. Por eso, el Tata Martino dio entrada al '10' en el 54, lo que le obligó a modificar el sistema y volver a la defensa de cuatro. 

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Pese a que se vio al argentino sin ritmo y renqueante físicamente, su talento y calidad le sirvieron para tener varias oportunidades de gol, sobre todo de falta directa. Provocó la primera apenas tres minutos después de entrar al campo, justo en el lugar exacto, donde mejor le va, a unos cinco metros de la frontal y ligeramente escorado a la derecha. La lanzó alta, pero la confianza y la jerarquía en la cancha parecían ya otras.

Con la entrada de Messi, Miami ganó en el apartado ofensivo... pero perdió en defensa, pues el cambio de dibujo les había dejado más expuestos atrás. Así llegaron ocasiones visitantes: una de Boupendza y un disparo a bocajarro de Vázquez que sacó un Callender enorme. Fueron seis minutos de auténtica pesadilla para las Garzas.

La sentencia llegó poco después, con un balón perdido de Busquets en zona clave que generó una ocasión clara para otro disparo de Boupendza. Volvió a aparecer el guardameta del conjunto rosado, pero el rechace le quedó a Álvaro Barreal, que no perdonó en el 78. El partido terminó con el Inter Miami volcado al ataque buscando un milagro que, esta vez, no se dio.