La guerra del arte contra el 'sportwashing' de Arabia Saudí: "O se patea el balón de los derechos o el de las dictaduras"

Mural de Alxandro Palombo contra el sportwashing de Arabia Saudí.
Mural de Alxandro Palombo contra el sportwashing de Arabia Saudí.
Alexandro Palombo.
Mural de Alxandro Palombo contra el sportwashing de Arabia Saudí.

Cristiano Ronaldo, Neymar, Benzema, Mancini... Son solo los 'cabezas de cartel' de una lista de casi 100 jugadores de primer nivel que este verano han abandonado el Viejo Continente atraídos por la liga de Arabia Saudí, futbolistas que se han convertido en el escaparate de una de las mayores campañas de sportwashing de la historia y que ahora protagonizan la última reivindicación de AleXandro Palombo, conocido como el 'Banksy italiano'.

Hace una semana, justo el día en el que el Milan recibía al Newcastle en la primera jornada de la fase de grupos de la Champions, aparecieron unos llamativos grafitis de los que pronto tuvieron noticias en Oriente Medio. En ellos, los cuatro nombres antes mencionados aparecieron sosteniendo un balón con la bandera saudí manchado de sangre, acompañados por el príncipe Bin Salman. Ni mucho menos una casualidad. 

Se trata de la última obra de AleXandro Palombo, el artista callejero italiano comparado por Banksy por su estilo irreverente y su deseo de permanecer en el anonimato, que explicó el sentido de su última creación en una breve entrevista vía correo electrónico con 20Minutos.

"Era el lugar adecuado para hacerle llegar el mensaje", asevera el artista sobre unos murales que dieron la 'bienvenida' a Italia al Newcastle, equipo adquirido por el príncipe a través del Fondo Público de Inversión (FPI), el fondo soberano del país como parte de su estrategia de blanqueamiento la imagen (sportwashing) de Arabia a través del deporte.

Y es que, la adquisición del equipo inglés apenas fue el comienzo de un efecto mariposa culminado con la explosión saudí en un mercado de fichajes inaudito para aquellos poco familiarizados con el plan de Bin Salman, iniciado en pleno Mundial de Qatar, cuando se cuajó el fichaje de Cristiano Ronaldo por el Al Nassr tras su ruptura con el Manchester United.

La llegada de CR7 fue el reclamo, los contratos multimillonarios el instrumento y, la rapidez de la maniobra, el éxito de una operación cuajada en apenas un verano que responde al interés de llevar a cabo un 'lavado deportivo' denunciado por Palombo en una creación capaz de provocar una reacción inmediata del príncipe saudí.

Una estrategia de 1.000 millones financiada por el Gobierno

  • Cuatro clubes saudíes, de una liga formada por 18, han acaparado todos los focos con fichajes multimillonarios. ¿Casualidad?...No.

    El fondo soberano del país ha gastado, según un estudio llevado a cabo por Deloitte, 1.000 millones de dólares en la contratación de 94 jugadores procedentes de ligas europeas. De estos, los 21 más caros están repartidos en las plantillas del Al Nassr, Al Hilal, Al Ittihad y Al Ahli, los cuatro clubes propiedad de ese fondo estatal.

"Recibió el mensaje", declara con sorna Palombo antes de hacer referencia a la entrevista concedida por Bin Salman a Fox News apenas dos días después del partido. En ella, el príncipe despejó balones fuera sobre la cuestión: "Si el 'lavado deportivo' va a incrementar mi PIB un 1% voy a seguir haciéndolo", sentenció con una opinión que, para el artista, tan solo es el inicio de "una campaña de contracomunicación" para tapar su estrategia.

Neymar, otro de los grandes protagonista de este mercado de fichajes, retratado por AleXsandro Palombo.
Neymar, otro de los grandes protagonista de este mercado de fichajes, retratado por AleXsandro Palombo.
AleXandro Palombo.

"No esperaban que bajo un estadio tan importante e icónico en el mundo, durante un partido entre el Milan y su equipo [el Newcastle], aparecieran obras que expusieran la verdad y acabaran en los medios más importantes", asegura. "Si algo no le llama la atención, no prepara una estrategia de defensa como la entrevista de Fox News. Nada de esa entrevista fue al azar. Bin Salman habló sobre el sportswashing porque entendió que la única manera que tenía de parar esos murales que lo ponían personalmente en entredicho era normalizar el problema", reflexiona.

¿Una cortina para tapar escándalos? No solo.

  • La inversión de Arabia Saudí en el deporte responde a tres objetivos: 

    ​En primer lugar, el despliegue de un nuevo plan socioeconómico que cree una satisfacción del pueblo saudí con la que evitar movilizaciones contra el régimen. 

    ​En segundo lugar, la creación de reclamos que fomenten las inversiones extranjeras con las que equilibrar los ingresos ante el oscilante precio de su sustento económico: el petróleo. 

    ​En tercer y último lugar, la diversificación de una economía sustentada por la venta de un solo producto (petróleo) de cara a un futuro en el que este sea reemplazado por otros atractivos como el turismo.

"Comprendieron el poder de los murales", analiza el activista convencido del poder del arte a pesar de la pérdida de valor de los símbolos. "El arte es un poderoso medio de protesta contra la censura, la injusticia y el autoritarismo... Arabia Saudí utiliza la represión y la censura para aplastar cualquier forma de libertad de expresión, y no es casualidad que mis obras fueran retiradas y censuradas el día que Bin Salman concedió la entrevista a Fox News", desvela antes de reflexionar sobre la decadencia de los símbolos.

"Han perdido fuerza porque ha cambiado la forma de utilizarlos. Antes se utilizaban con cuidado y solo para asuntos importantes, lo que les permitía tener un fuerte impacto. Hoy ya no es así. Se utilizan sin sentido y para cualquier cosa", destaca sobre un problema acrecentado, según Palombo, por la sobrexplotación que las grandes marcas hacen de ellos con fines comerciales. "Este uso estúpido ha destruido definitivamente estos símbolos y su función. Hoy la gente ya no los percibe como algo importante, al contrario, muchos los asocian a un producto a comprar. Es una pena".

Ahora, esta 'guerra del arte' declarada por Palombo se enfoca directamente a Arabia Saudí, aunque no duda en enumerar los agentes que han permitido este uso del deporte rey como máscara de los abusos y violaciones de los derechos humanos. Para el autor de las obras aparecidas en San Siro, todo parte del organismo rector del fútbol mundial. "Hay que empezar por el ejemplo de la FIFA y su decadencia moral. Sus funcionarios han estado implicados en muchos casos de corrupción...  Incluyendo los sobornos para la adjudicación de la Copa del Mundo a Qatar", manifiesta antes de seguir apuntando a los 'culpables'.

Compran nuestro silencio y tenemos que reaccionar

"Hoy, sin embargo, el escándalo del lavado deportivo se ha trasladado a los clubes y a esos futbolistas de fama mundial que son comprados por Arabia Saudí a precios estelares para ir a jugar a estadios construidos en el desierto donde no hay nada real, incluso los aficionados son figurantes, todo es falso", declara.

Pero el misterioso artista italiano no exculpa a los hinchas, tan responsables de esta manipulación como los dirigentes y jugadores corruptos por las grandes fortunas. "Los aficionados occidentales prefieren seguir el fútbol religiosamente sin dar importancia a los escándalos y esto es grave, porque por dinero estás entregando todo un sistema a gente sin escrúpulos. O se decide a patear el balón de los derechos o el balón de la dictadura", plantea.

"Compran nuestro silencio y tenemos que reaccionar. Para ellos es un gran problema si hablamos de sportswashing y sus violaciones de los derechos humanos, porque pone en riesgo su estrategia de comunicación y limpieza de imagen. Comprendieron el poder de los murales", sentencia elevando su proclama ya borrada de los muros de la ciudad de Milán.

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