Vingegaard fue un cohete vestido de amarillo, ganando la etapa 16 en una contrarreloj explosiva, la única de esta edición del Tour de Francia. El ciclista danés realizó una auténtica barbaridad durante la etapa, en la que logró una ventaja de 1 minuto y 38 segundos sobre Tadej Pogacar en meta. Los dos corredores nos regalaron una exhibición durante este martes, aunque fue mucho mejor el ciclista danés, que acaricia la victoria final en la ronda gala tras conseguir una amplia renta en la clasificación general. 

El mejor español este martes fue Pello Bilbao, que terminó en cuarta posición en meta y mantiene la séptima plaza de la general, mientras que Carlos Rodríguez terminó decimosegundo y pierde la tercera posición en la clasificación general.

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En el duelo por el podio, se lo llevó Adam Yates, quien batió a Carlos Rodríguez por 24 segundos, por lo que el británico es tercero en la general. Todavía hay vida para el granadino, que está a tan solo 5 segundos de recuperar el puesto.

Pogacar y Carlos Rodríguez se hundieron en la subida final, donde el esloveno optó por cambiar de bicicleta, perdiendo 14 segundo respecto al danés. Por otro lado, el ciclista español perdió trece segundos en la subida final con Adam Yates, alejándose cinco segundos del podio del Tour de Francia.

Van Aert tuvo la victoria provisional durante un pequeño periodo, hasta que su compañero de equipo convertido en torpedo le quitara el triunfo. "Después de las últimas etapas, no pensé que una brecha tan grande como esta fuera posible", dijo el ciclista belga.

Vingegaard fue durante la contrarreloj al cien por cien y un reflejo de ello es que rompió el medidor de potencia. "Quería ir a fondo al principio, conservar algo en el llano, pero veía que estaba dando muchos vatios hasta que el instrumento de medición se ha roto y he decidido ir a tope", explicó el ciclista danés.

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Tadej Pogacar no se rinde y seguirá peleando por conseguir el maillot amarillo de Tour de Francia, aunque solo quedan dos etapas de alta montaña para decidir la general. "No he podido hacer más, estaba a fondo, no ha sido mi mejor día, pero el Tour no ha terminado. Me ha metido mucho tiempo, vamos a tratar de recuperarlo. Pero está claro que será mucho más duro que el año pasado. Pero lo he dado todo" argumentó el ciclista esloveno. 

Este miércoles el Tour sale de los Alpes con una interesante etapa de alta montaña, la decimoséptima, entre Saint-Gervais Mont Blanc y Courchevel. La jornada es temida por el pelotón, por sus más de 5.000 metros de desnivel, que terminará en el Col de la Loze(28,1 km al 6%) considerado como el más duro de esta edición.