El Barça puede respirar a partir de este viernes un poco más tranquilo pensando en el futuro. Después de un año convulso a nivel extradeportivo, la UEFA ha comunicado al club catalán que no ha encontrado pruebas sustanciales ni concluyentes para dejarles fuera de la próxima Champions League, al menos en un primer informe preliminar que todavía puede cambiar. 

El informe de los dos inspectores designados por la UEFA para investigar "una posible violación del marco legal" de este organismo por parte del Barcelona por el 'Caso Negreira' se ha mostrado favorable, como decimos,  a que el conjunto azulgrana dispute Liga de Campeones 2023-24, aunque el tema aún no está cerrado, pues la decisión definitiva la tomará el Comité de Ética y Disciplina de la UEFA.

Mirjam Koller y Jean-Samuel Leuba, los dos inspectores del Comité de Ética y Disciplina encargados de la investigación, recomiendan en su informe al Comité de Apelación de la UEFA que permitan al Barça disputar la máxima competición continental. Mientras, el mismo Comité tiene diez días para tomar una decisión, que el club catalán confía en que sea favorable a sus intereses con el informe del Comité de Ética y Disciplina que tiene en su poder.

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El máximo organismo del fútbol europeo, no obstante, es consciente de que el 'caso Negreira', en el que se investiga los pagos de 7,3 millones de euros que el Barcelona hizo a José María Enríquez Negreira, vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros de la Real Federación Española entre 1994 y 2018, supuestamente por informes arbitrales y de 'scouting', está judicializado en España, y no perderá detalle de lo que suceda a nivel judicial en nuestro país.

Por lo tanto, lo más lógico y prudente para la UEFA sería esperar a que un juez dicte sentencia antes de sancionar al Barça, o archivar definitivamente el expediente que abrió a la entidad azulgrana el pasado 23 de marzo. En cualquiera de los casos, el Barça podrá participar en la Liga de Campeones; una decisión que permite a Joan Laporta y su junta directiva encarar el futuro con mucha más tranquilidad.

Si finalmente el club azulgrana no es sancionado, como parece que sucederá, el traslado a Montjuïc será menos doloroso y la plantilla podrá estar mejor confeccionada. Esa es la tranquilidad que ofrece el poder estar en el primer bombo de la próxima edición del máximo torneo continental, que se sorteará el 31 de agosto en Montecarlo. De hecho, el Barcelona está configurando la planificación de la temporada 23-24, incluida la plantilla, con esta competición sobre la mesa.

Desde un inicio, los dirigentes culés se han mostrado convencidos de que no habría castigo. Laporta ha explicado en varias ocasiones que había hablado con Ceferin sobre el 'caso Negreira' y que creía que no le sancionarían, como parece que sucederá. Así, el Barça evita un revés importante y salva a nivel deportivo y financiero una opción de la que depende su propia supervivencia como superpotencia futbolística.