Feliciano López se resiste a la retirada. El tenista español de 41 años venció este martes al australiano Max Purcell (6-3 y 7-5) en un partido que contó con la presencia de su amigo Rafa Nadal en la grada, y seguirá adelante en el que anunció como su último torneo, el Open de Mallorca.  Además, el toledano aprovechó la oportunidad sobre su superficie favorita para convertirse en el cuarto jugador con más saques directos de la historia. 

La posibilidad de que fuese el último partido en individual de 'Feli' aumentó la expectación del partido, como evidencia que, además de Nadal, estuvieran en las gradas Marc López, Toni Nadal y el propio Stéfanos Tsitsipás, principal favorito del torneo y compañero esta vez en dobles, cayendo ayer.

Pero Feliciano volvió a evidenciar que desea prolongar lo máximo posible su presencia sobre las pistas. A sus 41 años, n.634 ATP, ante la presencia de uno de sus hijos y pese al fuerte calor, sacó una buena dosis de la calidad que atesoró su tenis y, con saque y volea, se impuso a un Purcell que es el 62 del mundo y con el que no se había enfrentado hasta ahora.

Revolución en el tenis femenino: más torneos y más dinero en la WTA para igualar a la ATP

Su victoria 784, entre el circuito ATP y la Copa Davis, la segunda en 2023, año dedicado a despedirse de los torneos, y lograda, tras ceder su saque en el juego inicial, con dos roturas en el primer set (segundo y cuarto juego); y una sola en el segundo (undécimo juego).

Lo sentenció, además, con su saque directo número 10.244, lo que le hizo terminar con siete por encima de Goran Ivanisevic y convertirse en el cuarto tenista de la historia con más 'aces'.

Alzó los brazos y, minutos después, recibió el abrazo de Nadal. Con su hijo en brazo no dudó en afirmar que era "una victoria muy especial", "de las más importantes de la carrera".

De momento, prolonga su 'vida profesional' y ahora le espeta en octavos el también australiano Jordan Thompson (n.71). A buen seguro que 'Feli' querrá seguir vivo. De momento, sigue.