Marc Márquez ha tocado fondo. Ocho carreras del Mundial de MotoGP han sido suficientes para confirmar que el año 2023, llamado a ser el del gran regreso a los podios, se ha convertido en todo lo contrario, un verdadero infierno, para un octocampeón mundial que no ha sido capaz de terminar ni una sola carrera.

"Quitando la lesión, este es el peor momento de mi carrera deportiva", confesó el propio Márquez tras la disputa de la carrera al sprint del sábado en Assen. Y es que, desde que empezara su calvario con el húmero derecho en 2020, el piloto no ha vuelto a probar las mieles de la victoria (su último campeonato fue el de 2019).

El dato de carreras no disputadas desde entonces es demoledor, pues no se ha subido en la moto en 32 de los últimos 62 grandes premios celebrados, superando ya el 50% de ausencias. Quince se perdió en 2020, cuatro en 2021, ocho en 2022 y cinco este curso 2023.

Miller llama "princesa" a Marc Márquez y recula días después, delante de él: "Te lanzan una pregunta que es un poco trampa..."

Pero estas alarmantes cifras no se quedan ahí, pues aún son peores los registros del tramo inicial de la actual campaña. Ha corrido tan solo en tres fechas de las ocho celebradas hasta el momento y se ha ido al suelo en todas. No ha ganado ningún punto en domingos, y tan solo 15 en cinco carreras al sprint de las ocho celebradas. 

El motivo de sus ausencias no ha sido otro que las lesiones, las dolencias que ha sufrido tras las 14 caídas registradas este curso. La Honda es indomable, y está acabando con la paciencia de un piloto que no piensa en otra cosa que en ganar.

Tampoco hay ganas de ir a todo o nada otra vez

Este domingo su cuerpo dijo basta, un insoportable dolor en la costilla le obligó a renunciar a la carrera de Assen y se sumó a la lista de problemas que minan la confianza del propio piloto y de su equipo: "Sobre todo cuando subes de pulsaciones y al ser en el pecho, en la dos [en referencia a la costilla], en el pectoral, pues duele más y es ahí donde noto que pierdo mucho, si a esto le sumas que estamos en una situación mala, que venimos de un fin de semana en el que hemos perdido mucha confianza, eso hace que se sume todo y el problema es mucho más grande, y tampoco hay ganas de ir a todo o nada otra vez".

El proyecto fallido de Honda, unido a la mala suerte que ha tenido Márquez en las carreras, dibuja un futuro incierto para un piloto que podría vestir otro mono en 2024. Él insiste en que su voluntad es cumplir contrato hasta 2024 y encontrar una solución junto a Honda, pero las ofertas para un posible cambio de aires han llegado y la pelota está sobre su tejado... solo él sabe lo que su cuerpo maltrecho puede aguantar.