El FC Barcelona se ha coronado como el rey de LaLiga 2022-2023 en el mejor escenario posible para los catalanes. Se ha impuesto al Espanyol con un contundente 2-4 en el RCDE Stadium, y esos tres puntos han hecho que los blaugranas se lleven el título de una competición en la que finalmente no han tenido rival.
Ni el Real Madrid ni el Atlético de Madrid han podido plantar cara al Barça de Xavi durante todos estos meses, a pesar de que ambos equipos han tenido momentos de muy buenas sensaciones y números con los que parecía que podrían luchar por esa primera plaza con solvencia.
El equipo de Ancelotti consiguió ganar sus primeros seis partidos de Liga sin apenas miramientos. En apenas un mes se hicieron con los tres puntos de enfrentamientos ante rivales de la talla del Betis o Atlético de Madrid, pero tras la gloria en el derbi llegó el primer pinchazo.
Los blancos empataron precisamente ante Osasuna, a quien recientemente han ganado la Copa del Rey, en un partido en el que no bastó el gol y la velocidad de Vinícius. Sin embargo, dos jornadas después ganaron con un abultado 3-1 al Barcelona, que por entonces había hecho pleno de victorias.
Ese triunfo parecía que iba a relanzar al Madrid, pero en sucesivos encuentros vivieron unas inesperadas derrotas ante Rayo y Villarreal que les alejaron poco a poco de su objetivo, a las que se unieron una huida de puntos a través de varios empates que hicieron que los madridistas se fueran al Mundial con un mar de dudas.
Y a la vuelta, coincidiendo también con el nuevo año, el nivel del equipo madrileño en LaLiga continuó cayendo hasta tal punto de transmitir la sensación de que estaban regalando la competición para centrarse en la Copa del Rey y la Champions.
En los 20 partidos posteriores al Mundial, el Real Madrid ha ganado once, ha perdido seis y ha empatado otros tres, lo que se traduce en 36 puntos frente a los 35 que había conseguido en las 14 jornadas previas a la cita mundialista, unos datos que han terminado de dinamitar las posibilidades que tenían de optar a LaLiga.
Al contrario le ha sucedido al Atlético de Madrid, cuya buena forma después del Mundial no le ha servido para cazar al FC Barcelona. Los de Simeone firmaron una primera parte de la temporada horrible que les ha marcado en el porvenir del año.
Y en ese inicio tan estrepitoso quizá tuvo que ver que Antoine Griezmann, que finalmente se ha convertido en el jugador más determinante del equipo, jugó tan solo 30 minutos en cada uno de los primeros partidos hasta que a principios de octubre el Atlético de Madrid consiguió hacerse con sus derechos por 20 millones tras una tensa negociación con el propio club blaugrana.
En las primeras 14 jornadas, que se disputaron antes del Mundial, los de Simeone tan solo ganaron 24 puntos de los 42 posibles, con marcadas derrotas ante Villarreal, Real Madrid, Cádiz y Mallorca que les hicieron alejarse prematuramente de la opción del alirón.
Pero tras el regreso de la cita mundialista, el Atleti empezó a despegar, sobre todo desde la marcha de jugadores como João Félix, Felipe o Cunha. En los 20 partidos posteriores, el equipo de Simeone recuperó las buenas sensaciones con 14 victorias, tres derrotas, dos de ellas con el Barça, y tres empates, es decir, ha conseguido 45 puntos de los 57 disputados.
Sin embargo, ni esa buena racha de los rojiblancos ha sido suficiente para alcanzar al FC Barcelona, que se ha hecho con el título de liga con 85 puntos a falta de varias jornadas, superando en más de diez puntos a sus dos grandes rivales, Atlético de Madrid y Real Madrid, a pesar de que estos finalmente no han estado a la altura de las circunstancias.
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