El ilusionante inicio de temporada de Fernando Alonso ya invita a soñar no sólo con su victoria número 33, sino también con verle convirtiéndose en tricampeón del mundo de Fórmula 1 después de 17 largos años de espera. Buena culpa de ello es de Aston Martin, que ha conseguido darle un coche competitivo que hacía tiempo que el asturiano no tenía.
No será tarea fácil arrebatarle la corona a un Max Verstappen imparable e insaciable, ni mantener a raya a los Ferrari y los Mercedes, pero la dupla mágica formada por la escudería británica y el español dejan varias razones que invitan al optimismo, pero manteniendo los pies en el suelo.
Tres motivos para soñar
Tres de tres. Los resultados están ahí. Alonso ha firmado tres podios en las tres primeras carreras de la temporada (Baréin, Arabia Saudí y Australia), un registro que sólo había logrado en dos ocasiones y hacía casi dos décadas que no conseguía. Esas dos ocasiones, además, son una razón más para seguir soñando, pues tuvieron lugar en 2005 y 2006, los años en los que fue campeón.
El AMR23, un proyecto recién nacido. Conviene no olvidar que Aston Martin fue el año pasado el séptimo coche de la parrilla y consiguió 55 puntos en los 22 Grandes Premios que se disputaron en 2022. Este 2023 ya acumula 65 en sólo tres carreras con un monoplaza que sigue siendo el diseño inicial de un proyecto que arrancó de cero. El AMR23 es competitivo, y lo que es mejor, aún tiene mucho potencial por explotar. En este sentido, la escudería británica tiene previsto introducir mejoras en Bakú, Imola, Montreal y Silverstone, según confirmó el propio Mike Krack.
Los problemas de fiabilidad de Red Bull y el conflicto interno. La escudería austriaca ha dominado sin despeinarse en el arranque de la temporada, y sólo los problemas de fiabilidad han sido capaces de frenar su ritmo: Verstappen tuvo que empezar decimoquinto en Arabia Saudí y Pérez desde el pit-lane en Australia por dos fallos en sus monoplazas. Además, en Jeddah también hubo atisbo del surgimiento de un conflicto interno en Red Bull, con 'Mad Max' desobedeciendo órdenes de equipo para hacer la vuelta rápida y seguir líder del Mundial y Checo muy enfadado con su compañero.
Tres motivos para mantener los pies en el suelo
Verstappen corre en otra liga. 'Magic' se ha subido al tercer escalón de podio en las tres primeras pruebas, pero Max Verstappen siempre ha terminado por delante de él. El neerlandés está decidido a revalidar el título este año y su ritmo de carrera está siendo imposible de alcanzar para otros equipos, e incluso, para su compañero. Además, ya dejó claro en Jeddah, donde Checo Pérez se llevó la victoria, que "no estoy aquí para ser segundo".
La mejoría de Mercedes y Ferrari. Ninguno de los dos ha empezado bien esta temporada y se han visto sobrepasados por Aston Martin, pero en Albert Park empezó a verse una mejoría en ambos equipos. De hecho, Hamilton terminó por delante de Alonso en Melbourne con un gran ritmo de carrera y Russell lideró la carrera antes de que empezase el caos y su coche saliese ardiendo. También la 'Scuderia' demostró que tiene mucho potencial con la brillante remontada de Carlos Sainz tras quedarse atrás por la primera bandera roja, y tiene en sus filas al subcampeón de año pasado, Charles Leclerc, que este año aún no ha podido demostrar mucho.
Las deficiencias de Aston Martin. El AMR23 ha demostrado ser un coche muy fuerte en circuitos de baja carga aerodinámica y en las curvas medias y lentas, con un gran agarre en la salida de las curvas. Sin embargo, es más lento que sus rivales en las rectas largas y su DRS es el más débil de la parte alta de la tabla, lo que le deja con una desventaja de velocidad punta entre ocho y 12 kilómetros por hora.
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