Fernando Alonso y Aston Martin están en absoluta sintonía. El asturiano y su nuevo equipo comparten ética de esfuerzo, trabajo y ambición, lo que sitúa un objetivo claro: llegar a lo más alto. Esa unión se ha trasladado a la pista desde el primer momento y los resultados -dos podios en dos carreras- ya han llegado.

La escudería británica, además, no ha dejado de mostrar su admiración por el español, su talento y su experiencia. Jeddah no fue una excepción a ello, pues desde el muro volvieron a alucinar con una de las cualidades que más definen al bicampeón de mundo, recoge SoyMotor.

Alonso demostró en el Gran Premio de Arabia Saudí que no se dedica a conducir, sino que está pendiente de todo lo que sucede a su alrededor. Su impresionante lectura de carrera le permite tener tener bajo control todas las situaciones que puedan darse e incluso tener la posibilidad de anticiparse a muchas de ellas.

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Para el piloto español no pasó desapercibido que un monoplaza de la 'Scuderia', uno de los equipos a los que debía mantener a raya, había entrado en boxes en la vuelta 16. Lo vio a través de las pantallas del circuito, una barbaridad si tenemos en cuenta que la velocidad media del circuito es de 250 kilómetros por hora. "¿Quién es el Ferrari que ha parado?", preguntó por radio. La respuesta fue que había sido su compatriota, Carlos Sainz.

Eso no fue lo que más sorprendió a Aston Martin, sino que el asturiano se adelantase preguntando por las posiciones que perderían si había un Safety Car -ya había salido tras el abandono de su compañero, Lance Stroll-. "Nos has leído la mente, lo acabamos de hablar", contestaron impresionados desde el pit-wall, precisando que caerían cuatro plazas.