De Luis Enrique a Ferran Torres... todos los señalados en la debacle de España en el Mundial de Qatar

Ferran Torres lamenta una ocasión fallada ante Marruecos en los octavos del Mundial de Qatar.
Ferran Torres lamenta una ocasión fallada ante Marruecos en los octavos del Mundial de Qatar.
EFE / EPA / TOLGA BOZOGLU
Ferran Torres lamenta una ocasión fallada ante Marruecos en los octavos del Mundial de Qatar.

Marruecos y España hicieron historia este martes en los octavos de final del Mundial de Qatar. Para bien el combinado africano, para mal nuestra selección. Los primeros metieron en cuartos de final de una Copa del Mundo a su país por primera vez, los segundos fueron protagonistas en otro descalabro de La Roja en una cita mundialista.

El equipo de Walid Regragui sacó a relucir todas las debilidades de los de Luis Enrique, esas que Japón ya había puesto sobre la palestra y que la campeona del mundo en Sudáfrica había maquillado con la goleada a Costa Rica en su debut en Qatar y el empate ante la todopoderosa Alemania.

Frente al combinado africano se vio a una España irreconocible, casi con miedo de avanzar, con poca capacidad para sorprender. El miedo a un mal pase que generase contragolpes letales por parte Marruecos, lastró la efectividad de cara a portería: de tres ocasiones claras que tuvo, falló las tres.

A la falta de gol, se sumó la lentitud y la ausencia de creatividad en el centro del campo. De nuevo, las largas e infructuosas posesiones y pases horizontales coparon el catálogo de ideas de 'La Roja' con la misma suerte que ante Alemania y Japón, evidenciando una vez más la falta de ideas y madurez —fruto de la juventud de casi toda la plantilla— en partidos de tales dimensiones, cuando los rivales se encierran en su campo.

El cansancio y la debilidad en nombres propios como Pedri o Busquets frenaron la capacidad de sorprender en ataque. Ni siquiera en el uno contra uno hubo destellos individuales: solo se completaron nueve de 21 regates, frente a los 10 de 15 completados por los marroquíes. El único guerrero, Gavi, siempre con esa intensidad que a veces penaliza, abandonó inesperadamente el terreno de juego en el minuto 63 para dejar su sitio a Carlos Soler. No hubo noticias de Marco Asensio, aguerrido en otras ocasiones, pero desafortunado ante Marruecos, hasta que dejó su sitio a Morata, el único que mostró algo más de valentía en el tramo final del partido.

La derrota en la primera fase eliminatoria del torneo, de nuevo en los penaltis, como ya ocurriese en Rusia 2018 y en la Eurocopa de 2020, deja muy señalados a varios de los futbolistas que se vistieron de corto, al seleccionador y a un sistema de juego que parece haber dejado de asustar a los rivales.

Luis Enrique

El técnico asturiano es el principal señalado tras la eliminación. Así había llegado también a Doha, con la lupa puesta sobre él tras una polémica lista de convocados que generó dudas en la afición española más por los que dejaba fuera que por los que había dentro.

Lo ocurrido este martes en el Education City parece dar la razón a sus detractores, pues, ante Marruecos, España echó en falta variantes en el banquillo, jugadores que ofreciesen algo diferente a lo que ya se estaba viendo sobre el terreno de juego. Ni Canales, ni Parejo, ni Mikel Merino, ni Borja Iglesias, ni Iago Aspas, entre muchos otros, tuvieron plaza en Qatar. Luis Enrique siguió fiel a su idea, no quiso -ni pudo- modificar ni un ápice, y con ella murieron las aspiraciones de España en el Mundial en octavos.

Luis Enrique
Luis Enrique durante el partido ante Marruecos.
EFE

En 120 minutos de juego la selección solo dejó claro que su modelo de juego está más que agotado. Generó únicamente un disparo a puerta a pesar de tener el dominio absoluto del balón con mil pases dados, lo que evidencia que los rivales ya no lo temen y han encontrado la manera de contrarrestar su posesión. Ante las líneas del equipo de Regragui, La Roja se limitó a moverse en horizontal, con demasiadas conducciones largas y sin ideas -ni soluciones desde el cuerpo técnico- para romper la muralla magrebí.

La no convocatoria de Sergio Ramos también pareció pasar factura al combinado español, que tenía en el camero la figura de un líder. Con su ausencia, la selección perdió a su gran capitán, y con él a su carácter, su ambición y, sobre todo, su experiencia y entereza en los grandes escenarios, como lo era esta cita mundialista. Hubiese sido su quinta Copa del Mundo, pero Luis Enrique dejó en casa a uno de los mejores lanzadores de penaltis de La Roja y lo pagó muy caro.

¿Crees que Luis Enrique debe seguir como seleccionador español?

Los tres fallos en los tres primeros -y únicos- lanzamientos desde los 11 metros también ponen en entredicho al entrenador. "Para mí no son una lotería, gana quien tiene mejor portero o mejor domina sus nervios en los lanzadores", dijo antes del partido. También que los futbolistas debían venir con al menos mil penaltis practicados en sus clubes, "porque si esperamos a la concentración para ensayar penaltis no te da tiempo".

Sus palabras parecen retratarle ahora, sobre todo después de confirmar que fue decisión suya que Pablo Sarabia, que entró específicamente para la tanda, Carlos Soler y Sergio Busquets, tirasen los tres penaltis iniciales. A nadie se le ocurrió pensar en la importancia de la confianza de los jugadores en sus propias capacidades antes de la tanda decisiva para que fuesen ellos mismos quienes tomasen la decisión de lanzarlo o no.

Solo pareció tirarlo con convicción el futbolista del PSG, precisamente el que parecía llegar con más dudas a la cita después de disfrutar de pocos minutos en su club y de no haber siquiera debutado en Qatar hasta tres minutos antes de los penaltis. No había fallado un penal en toda su carrera, y le tocó ante Marruecos. La poca decisión sí que pareció invadir a los centrocampistas de Valencia y Barça, que corrieron hacia el esférico con más miedo que ganas.

Al final, la goleada a Costa Rica en el estreno en el Mundial quedó en nada, porque España solo ha ganado un partido en esta edición, y lo que es peor, solo tres en las tres últimas Copas del Mundo: ante Australia, Irán y Costa Rica.

Ferran Torres

Su partido ante el conjunto africano deja claro que el futbolista que maravilló en sus primeros partidos con La Roja ya está muy lejos, y que lo mostrado en el terreno de juego ante Costa Rica fue un oasis en mitad de un desierto.

Sus actuaciones discretas frente a Alemania y Japón fueron solo un anticipo de lo que estaba por verse en el Education City. En los octavos de final estuvo lento en los controles y a la hora de encarar. Mazraoui le ganó en todas las acciones, y también en el hambre por el balón. Perdió ocho duelos de los 10 que tuvo y 18 posesiones, y solo completó un regate, según los datos de Sofascore.

Además, estuvo muy desacertado de cara a portería en las pocas ocasiones que tuvo la oportunidad de rematar, una de ellas anulada por fuera de juego en la que Amrabat ya se había encargado de anular el disparo. Precisamente su olfato goleador era su principal aval para estar presente en esta convocatoria, pero Ferran solo pudo convertir ante Costa Rica.

Cuando Luis Enrique le sentó para darle la alternativa a Nico Williams, 'La Roja' recibió un soplo de aire fresco que se tradujo en dos ocasiones de gol claras en los primeros balones que pasaron por sus botas. La recompensa del delantero del Athletic fue ser sustituido antes de los penaltis para que Pablo Sarabia lanzase.

Pedri

No supo leer lo que necesitaba el equipo ante Marruecos y dirigió a la selección con conducciones demasiado largas y más pases hacia atrás y en horizontal que en busca de una ocasión de gol. Esa extremada posesión del balón con un 90% en el acierto de pases le vino de perlas al combinado marroquí, con una mordiente violenta con la que jugó a robar la pelota y contraatacar cuando los futbolistas españoles estaban fuera de su posición.

A Pedri se le acabó la gasolina y la magia, y sin ellas no supo qué hacer 'La Roja', porque, sin sus ideas para romper la férrea defensa magrebí, se secó el ataque. Tampoco brilló en defensa, pues el ímpetu de Amrabat, Ounahi y Amallah se lo llevó por delante y solo ganó cuatro duelos de los 12 a los que se enfrentó.

Marcos Llorente

Poco se le puede echar en cara al jugador del Atlético de Madrid. Debutó en el Mundial de Qatar en el partido más exigente de la competición, fuera de su posición habitual, con la tarea de sustituir a un Azpilicueta muy consistente en defensa y aportar más en ataque, y ante un rival con extremos tremendamente dañinos.

Boufal le volvió loco con sus regates durante los 66 minutos que estuvo sobre el terreno de juego y estuvo perdido en algunos tramos del partido, aunque parecía lógico pensar que iba a ser así después de sumar más de una docena de partidos sin jugar como lateral derecho. Cero duelos ganados y 13 posesiones perdidas son su balance en 120 minutos.

Ansu Fati

Fue la gran sorpresa de la convocatoria, aunque en Qatar ha brillado por su ausencia, porque Luis Enrique no ha confiado prácticamente nada en él. Apenas 20 minutos ante Japón y otros tantos contra Marruecos, los dos peores partidos para España en el Mundial.

Frente a defensas tan pobladas y herméticas, Ansu Fati ha sido intrascendente. No se le recuerda ninguna acción individual decisiva, ni tampoco ningún envío que pudiese proyectar a sus compañeros en ataque, ni remates con peligro. Nada.

Así lo reflejan sus pobres estadísticas ante los magrebíes: cero regates completados de solo uno intentado, uno de dos duelos ganados y tres posesiones perdidas.

Sergio Busquets

Parece claro después de esta Copa del Mundo que España necesita un cambio de ciclo definitivo, sin medias tintas. Esa revolución comenzará casi seguro con la marcha de Sergio Busquets.

El centrocampista catalán, que tantas alegrías le ha dado a La Roja, no pudo contener a Marruecos. Se le vio desbordado, incapaz de retornar para frenar las contras del combinado africano, y puso la guinda a su partido con un penalti dantesco. 

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