Cuando en 2002 Cafú levantó al cielo del Estadio Internacional de Yokohama la Copa del Mundo para coronar a Brasil como campeona del Mundial de Corea y Japón, nadie imaginaba que la canarinha cumpliría, al menos, dos décadas sin volver a lo más alto de la competición más importante a nivel de selecciones. En Qatar, la 'Seleçao' de Neymar y Vinícius Jr. parte como una de las grandes favoritas y tendrá una nueva oportunidad para bordar la sexta estrella en su camiseta tras decepcionar en las últimas cuatro ediciones.
El entonces combinado de Scolari llegaba a Asia como una selección herida, con muchas críticas por la ausencia de Romario, y tras una costosa clasificación. Todas las dudas se disiparon cuando arrancó el torneo. El resto es historia: no perdieron ni un solo partido, Ronaldo fue máximo goleador y bota de oro, y para el recuerdo siempre quedará su famoso corte de pelo antes de la semifinal ante Bélgica para despistar sobre su lesión.
Nada que ver con la expectación que rodea a los brasileños este año. El gran momento de Neymar en el París Saint-Germain (15 goles y 12 asistencias en 20 partidos) y el de Vinícius Jr. en el Real Madrid (10 tantos y cinco pases de gol en 21 encuentros), un Rodrygo decisivo a punto de explotar definitivamente,y la experiencia de Casemiro en el centro del campo sumada a la templanza de Marquinhos, Thiago Silva y Militao en defensa, avalan los pronósticos que colocan a la 'Seleçao' campeona.
La vitola de favoritos, sin embargo, puede jugarles una mala pasada, como ya le ha ocurrido a su máximo rival, Argentina, que sufrió una dura derrota en su debut en el Mundial ante Arabia Saudí. De su experiencia deberá aprender la canarinha y extraer una valiosa lección: no confiarse ante ningún rival, y menos contra el primero, la Serbia de Vlahovic este jueves a las 20:00.
Los futbolistas de Tite traen a Qatar ganas de revancha tras perder frente a la albiceleste en la final de la Copa América en Maracaná el pasado verano, y los batacazos en las dos últimas ediciones de la Copa del Mundo: la estrepitosa derrota ante Alemania por 1-7 ante su gente en las semifinales del Mundial de Brasil en 2014, la peor de la 'verdeamarela' en su historia, y el fracaso en Rusia en 2018, en el que cayeron 1-2 contra Bélgica en cuartos de final. De esas derrotas deberá tomar nota Brasil para conseguir superar la fase de grupos y eliminar rivales en las siguientes rondas hasta plantarse en la final.
Vinícius, la duda de Tite
El seleccionador brasileño ha preparado con mucho mimo el debut de su equipo. De ahí que su primera alineación en el torneo esté rodeada de secretismo y misterio, pues el último entrenamiento de la canarinha se realizó a puerta cerrada para no dar ni una sola pista sobre los once jugadores que saltarán al terreno de juego en el estreno de Brasil. En el resto de sesiones la tónica fue similar, pues la prensa solo pudo acceder en los primeros 15 minutos.
A pocas horas para que ruede el balón, la principal duda de Tite es la de si alinear de inicio a un futbolista que se ha erigido como el heredero de Neymar, el líder indiscutible de esta selección, y ya es considerado uno de sus estandartes, Vinícius Jr. A sus 22 años, el carioca parece haber dejado de ser una promesa para convertirse en uno de los mejores delanteros del mundo con un amplio margen de mejora aún por delante. Así le avala su exitosa pasada campaña, con 22 tantos, entre ellos el de la victoria en la final de la Champions League, y 20 asistencias.
La alternativa al atacante madridista es la de meter a un centrocampista más para fortalecer el medio campo ante una Serbia que domina la media a la perfección. Lucas Paquetá, Bruno Guimaraes o Fabinho son los principales candidatos para ocupar la última plaza en la primera lista titular.
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