El 'culebrón' que viene viviendo Cristiano Ronaldo desde el pasado verano en relación a su situación en el Manchester United sigue ofreciendo nuevos capítulos, el último este mismo martes, meses después de que Erik Ten Hag cerrase de par en par las puertas de Old Trafford y negase al luso su firme voluntad de abandonar la disciplina mancuniana, para evitar entre otras cosas perderse una temporada de Champions por primera vez en su carrera desde su debut con el Sporting.

Desde entonces, alterna titularidades y suplencias con malas caras, evidenciando su disconformidad con el entrenador neerlandés y desafiando su autoridad en momentos puntuales, como cuando abandonó sin permiso el banquillo en el partido frente al Tottenham, hasta haber explotado. En una reciente entrevista, el crack portugués arremetió contra el Manchester United en todo su conjunto, asegurando no sentir "ningún respeto" por su entrenador ni por la directiva del club.

Ahora, con esas polémicas declaraciones todavía coleando, ha sido un gesto de uno de sus compañeros el que ha terminado por confirmar todas las grietas existentes en el vestuario de los 'Red Devils'. En un vídeo distribuido por la propia federación portuguesa de fútbol en sus redes sociales se puede apreciar a los convocados por Fernando Santos para el Mundial llegando a la concentración de la selección portuguesa mientras se saludan en el vestuario. Bruno Fernandes, compatriota de CR7 y compañero suyo en el equipo inglés, llega en último lugar y parece esquivar el saludo con Ronaldo, que le reclama con la mano extendida hasta que Fernandes decide corresponderle, se saludan y se alejan tras un breve intercambio de palabras. 

El flojo apretón de manos y la expresión facial de Bruno, con una sonrisa forzada, no son especialmente efusivos, lo que podría indicar junto a la intención de ignorar a Cristiano que existe realmente una división y un conflicto en el vestuario del United que afecta incluso al ámbito internacional. Sin embargo, otro de sus compañeros en la selección, Joao Mario, compareció al día siguiente y aclaró que se trataba de "una broma entre ellos". "Bruno fue uno de los últimos en llegar y Cristiano le preguntó si había venido en barco" explicó el centrocampista. Ahora, solo falta saber qué piensan los protagonistas sobre el incidente, pero queda claro que Cristiano Ronaldo es incapaz por el momento de centrarse solo y exclusivamente en fútbol.