España encara este martes el duelo de cuartos de final del Eurobasket ante Finlandia después de digerir la intensa remontada ante Lituania. La siguiente batalla no será fácil ante un equipo liderado por Lauri Markannen (Utah Jazz), una torre NBA de 2'13 que sabe moverse como un alero y que ya es el cuarto máximo anotador del torneo (solo le superan Luka Doncic, Giannis Antetokounmpo y Aleksandar Vezenkov).

Su actuación anoche ante Croacia (43 puntos y 47 de valoración) fue suficiente para meterse en cuartos y es ya la principal amenaza para los de Scariolo, que tendrá que elaborar un plan 'antigigantes' si quieren seguir luchando por las medallas. Para ello será fundamental la intensidad y el equilibrio defensivo de todo el equipo, los balances rápidos de Díaz y López Arostegui, así como la solidez de Willy Hernangómez, Garuba y Pradilla. Será una batalla dura y colectiva.

Lauri, procedente de una familia de deportistas con paso por España (su padre Pekka fue jugó en el CB Sant Josep de Badalona —1993 y 94— y su hermano Eero, delantero del Real Madrid Castilla de Zidane en 2014-15), se ha convertido en una de las sensaciones del torneo. Sus números son brutales: 27,8 puntos de promedio, un 53,4% de acierto en tiros de campo y 7 rebotes de media por partido. Su equipo, con él en la cancha, solo tropezó ante Israel (89-87) y ante la todopoderosa Serbia (100-70).

Al margen del gigante, todo un prodigio físico que sabe tirar de tres y entrar a canasta con una facilidad pasmosa, habrá que prestar mucha atención a Salin, Koponen y Valtonen, que han sabido alimentar a este rival 'envenenado' al que todo el mundo subestimaba antes de arrancar el torneo.

Brown, el referente

España ahora pondrá a prueba la madurez conseguida tras vencer a la prórroga a una correosa Lituania, que disparó la euforia de un combinado español con un cuadro que permite soñar. Lorenzo Brown se ha erigido en el líder del equipo, algo que puede beneficiar a los más jóvenes de cara a descargar presión.

De superar el enfrentamiento ante los fineses, los de Scariolo tendría un camino tortuoso de cara a una final europea, que no alcanza desde 2015. Sus siguientes pasos serían Alemania o Grecia en semifinales, con los griegos liderados por Antetokounmpo como seria candidata, y una posible final con el rival más fuerte tras los duelos entre Italia y Francia y la Eslovenia de Doncic ante Polonia.

¿Puede ganar España este torneo? A priori parece una gesta difícil, dada la entidad de los rivales con los que tocaría medirse en semifinales y en la final, pero el coraje y la intensidad vista en octavos permiten alargar el sueño hasta que los números lo digan.