El Chelsea-Tottenham fue una montaña rusa de emociones. Un partido lleno de alternativas entre los dos equipos que acabó con un empate (2-2) en el último segundo gracias a un gol de Harry Kane en el último minuto de descuento. 

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Un tanto que desató la locura locura en el bando visitante, donde su entrenador Antonio Conte celebró por todo lo alto el punto conseguido. Y especialmente iba dirigida la celebración a una persona: Thomas Tuchel. Entre ellos, fue una  pelea de gallos constante.

Todo comenzó tras el gol de Holbjerg. El danés igualó la contienda para los Spurs y el técnico italiano se fue hasta el área del Chelsea para dar rienda suelta a su celebración, generando un tenso clima entre ambos entrenadores. 

Y cómo no, Tuchel respondió. El gol de Reece James fue la excusa perfecta del alemán para provocar a Conte. El entrenador del Chelsea se vino arriba con saltos y unos gestos efusivos que no dejaron a nadie indiferente. 

El conato de pelea, tras el pitido final

Y tras el pitido final, con el ambiente caldeado tras las diversas provocaciones y el gol de Harry Kane, llegó el momento culmen del partido. En el apretón de manos entre los dos entrenadores se desató el encontronazo entre ellos. 

Conte y Tuchel se encararon y casi llegaron a las manos de no ser por la intervención de los jugadores y cuerpo técnico, que estuvieron muy ágiles para evitar que la situación llegase a más. Un feo gesto de los entrenadores que empañó el partido que disputaron Chelsea y Tottenham en Stamford Bridge. Además, ambos acabaron expulsados por el árbitro tras la trifulca.