Serena Williams disputó uno de los últimos partidos que le quedan como profesional en el Masters 1000 de Canadá, ante la suiza Belinda Bencic, y tras su derrota ya empieza la cuenta atrás para su retirada.

La estadounidense cayó por un claro 6-2 y 6-4 en poco más de una hora, pero eso no impidió que el público de Toronto la homenajeara como la leyenda del tenis mundial que es. A unos meses (como mucho) de su marcha definitiva del deporte, Williams no pudo evitar las lágrimas cuando vio que toda la grada se levantó para ovacionarla.

Tras intentar recomponerse, Williams agradeció el apoyo del público y, tras admitir que no es muy buena con las despedidas, sonrió con un "¡Adiós, Toronto!". "Regresaré como una simple visitante. Pero por lo demás, ha sido extraordinario. Aquí he tenido algunos partidos realmente increíbles y algunas victorias realmente fantásticas", señalaba, en alusión a las tres veces que se impuso en este torneo.

El adiós de Serena Williams: una carrera llena de dominio, récords y una espina clavada

Esta será la tónica de los próximos días. Serena Williams dirá adiós definitivamente, si se cumplen las expectativas, en el US Open, donde recibirá el homenaje definitivo de su público.