Fernando Alonso fue protagonista del GP de Austria por varios motivos. El primero, por quedarse tirado en la parrilla del sprint del sábado, lo que le obligó a salir último en la carrera definitiva del domingo.

Eso, a su vez, tuvo como consecuencia una remontada obligada que le llevó al 10º puesto, pese a esa tuerca que casi le cuesta una sanción al asturiano por esa falta de controles de calidad en el Alpine A522. Por el camino Alonso tuvo varias batallas, incluida la que tuvo contra su propio equipo, y que dejó varias escenas que demuestran que, como él mismo decía, está viviendo uno de sus mejores momentos de competitividad.

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La batalla de muchos quilates con Vettel

Si Fernando Alonso no tiene más que dos campeonatos del mundo se debe, entre otros motivos, a que coincidió buena parte de su etapa en Ferrari con los años de gloria de Sebastian Vettel en Red Bull. 

Ambos se conocen perfectamente y aunque ya no luchan por victorias, ni mucho menos, con el Alpine y el Aston Martin respectivamente, aún saben hasta dónde pueden 'jugar' uno y otro. Prueba de ello es la cámara subjetiva del coche azul en las primeras vueltas de la carrera en la que dos de los cuatro campeones del mundo de la parrilla batallaban por posición.

Entre la niebla provocada por las bengalas de los aficionados de la grada de Max Verstappen, Alonso y Vettel se pasaron y repasaron hasta que, al final, el asturiano se llevó el adelantamiento final.

La bronca a Tsunoda a más de 200 km/h

Como el más veterano de la parrilla, Alonso tiene el respeto y la admiración de los más jóvenes, a los que muchas veces se les notan las carencias y el exceso de adrenalina. El último ejemplo lo dejó el ínclito Yuki Tsunoda, siempre sobreexcitado, que se llevó un gesto del español en mitad de la carrera.

El japonés se defendió de manera muy agresiva de Alonso, al que echó de pista. Pese a ello, el Alpine le acabó ganando la posición... con una rueda por fuera de la pista. Jugándose el accidente (hubiera sido relativamente fácil salirse del todo y acabar contra el muro), Alonso no sólo adelantó al de AlphaTauri sino que también le sacó la mano diciéndole que así no se podían hacer las cosas. Como una de sus radios más famosas recuerda, todo el tiempo hay que dejar espacio.

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