Otro milagro de Nadal: de las muletas a arrasar en su regreso a la hierba en solo dos semanas

Rafa Nadal se estira durante su partido contra Stan Wawrinka.
Rafa Nadal se estira durante su partido contra Stan Wawrinka.
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Rafa Nadal se estira durante su partido contra Stan Wawrinka.

El regreso a las pistas de Rafa Nadal fue arrollador, como si su lesión en el pie fuera cosa de un mal sueño. Ante otro veterano como Stan Wawrinka y en una exhibición en Londres, el balear se mostró implacable y demostró que su objetivo no es otro que ganar Wimbledon: 6-3, 6-2 en apenas una hora en el torneo Hurlingham Tennis Classics.

No es ya Wawrinka aquel jugador que incluso plantó cara en algunos momentos de su carrera al Big Three (llegó a ganar Roland Garros en 2015 y el Abierto de Australia en 2014). A sus 36 años, los mismos que su rival de este miércoles, la carrera del helvético hace tiempo que entró en un evidente declive.

Sin embargo, conviene no olvidar tampoco de dónde viene Rafael Nadal. Justo dos semanas antes, el 8 de junio, el tenista apareció en muletas tras aterrizar en Mallorca. El balear se acababa de someter en Barcelona, con el doctor Cotorro, a un tratamiento de inyecciones de radiofrecuencia. Unas horas después, acudió a la graduación de la sexta promoción de la Rafa Nadal Academy en su Manacor natal. Ya no tenía las muletas, pero se le notaba que no andaba con comodidad.

Apenas una semana después del tratamiento conservador con el que el balear quiere seguir compitiendo y evitar el quirófano, ya se le vio en su primer entrenamiento. Con la hierba londinense a la vuelta de la esquina, los plazos eran demasiado justos para alargar el tan necesario descanso. Y el 17 de junio, confirmó que estaría en el All England Club: "Mi intención es jugar Wimbledon", anunció Nadal en una rueda de prensa en la que también confirmó su futura paternidad, algo que no quiere que altere sus planes deportivos.

La hoja de ruta de la corta preparación del español para Wimbledon, que arranca el 8 de julio, comenzó este martes, justo dos semanas después de haber aparecido en muletas en Mallorca y 15 días desde su tratamiento en el pie izquierdo para tratar su enfermedad crónica, el síndrome de Muller-Weiss. Ante Stan Wawrinka mostró una gran superioridad en su primer partido sobre hierba en tres años: desde que cayó en semifinales de 2019 en el All England Club ante Roger Federer.

Nadal mostró una gran solidez por momentos, aunque en otros flojeó con su servicio, viendo como un Wawrinka lejos de sus mejores días se lo rompía en dos ocasiones. Se llevó el primer set con comodidad (6-2) y en el segundo tampoco pasó demasiados apuros (6-3). El nivel real de su tenis –y de su pie– se comprobará en el siguiente partido, que le enfrentará mañana a Felix Auger-Aliassime, joven jugador canadiense al que eliminó en Roland Garros en un sufrido partido en cinco mangas.

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