Miami lo confirmó: Alcaraz es el nuevo ídolo gracias a puntazos antológicos ante un Kecmanovic desesperado

Carlos Alcaraz, en el Masters 1000 de Miami
Carlos Alcaraz, en el Masters 1000 de Miami
EFE
Carlos Alcaraz, en el Masters 1000 de Miami

De don Rafael Nadal Parera a don Carlos Alcaraz Garfia. El tenis español ya tiene un nuevo ídolo, y el pupilo de Juan Carlos Ferrero se está convirtiendo en la gran figura de este arranque del curso tenístico de 2022.

Alcaraz lleva dos semifinales consecutivas de Masters 1000. Tras clasificarse para las de Indian Wells, donde cayó en un partido para el recuerdo con Nadal, ahora se ha metido en las de Miami tras una remontada para el recuerdo frente a Kecmanovic, que acabó totalmente desesperado.

La comparativa entre Alcaraz y Nadal chirría, tanto en cuanto son dos tenistas que no son parecidos. Diestro uno, zurdo el otro, joven el primero, veterano el segundo... Pero en lo que sí se parecen es el irredento carácter. El recién llegado al 'top 15' también levanta el puño cuando logra puntos como los que dejó ante el serbio, la última de sus víctimas en lo que va de torneo de Miami. En este 2022 no ha perdido contra ningún rival fuera de los 8 primeros del circuito, donde eventualmente llegará.

La pista dura del Miami Garden vivió algunos de los mejores puntos que se han visto en el torneo. Para muestra, estos son algunos:

De atrás hacia adelante: Kecmanovic no se lo podía creer

Aunque acabó claudicando en el primer set en el 'tie break', Alcaraz mandó un aviso a mitad del juego. Con 0-3 en contra, con su saque, demostró una de sus grandes virtudes: sus inmensas ganas y valentía en la pista.

El peloteo empezó con un fuerte servicio del español, al que el serbio respondió corriendo de lado a lado. Conforme recibía, Alcaraz daba uno o dos pasos adelante hasta que, sobre la misma red, mandó la pelota con un brillante movimiento de muñeca justo donde su rival no podía alcanzar.

El punto imposible donde nadie llega

Segundo set del partido. Kecmanovic se había llevado el primero tras una intensa lucha en el desempate e intentaba obligar al casi adolescente a correr para forzarle a fallar. 

Alcaraz no solo no erró, sino que con un brillante movimiento de muñeca que dedicó al tendido mandó la bola a la mismísima línea de fondo. Su rival bajaba los brazos y miraba al suelo sonriendo ante lo que le acababan de hacer. Mientras, los espectadores se volvían locos.

Alcaraz llega a todo

Kecmanovic sabía que tenía delante a un rival al que iba a tener que reventar físicamente, pero Alcaraz es un portento. ¿Que le obligaba a correr? El murciano lo hacía, hasta llegar a todas y cada una de las bolas.

Tercer set, empate a uno cada uno y 5-6 en contra. Intercambio interminable, con el serbio forzando a su rival a llevarle al lado izquierdo, pero sin ponerle en peligro. Con los reveses a dos manos, Alcaraz intentó cambiar el ritmo del peloteo, lo que obligó a Kecmanovic a irse a la red. Craso error: no contaba con que el murciano se abriese de piernas para hacerse más largo y llegar a devolverle. Los fans le agradecieron el esfuerzo con una ovación.

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