El 'caso Valieva' sigue trayendo cola y ha acaparado gran parte de la atención mediática de los Juegos Olímpicos de Invierno. La patinadora de 15 años ha vivido una montaña rusa en Pekín: comenzó haciendo historia convirtiéndose en la primera mujer en realizar un cuádruple salto (y en tres ocasiones) en competición olímpica y unas horas después bajó a los infiernos tras confirmarse su dopaje.

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El TAS decidió que la rusa podía permanecer compitiendo de manera excepcional porque a esta le podría suponer "un daño irreparable", recordando que "no dio positivo durante los Juegos", sino en una prueba anterior. Además, el hecho de que sea menor de 16 protegen a Valieva y está sujeta a un protocolo distinto al del resto de atletas.

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  David Sánchez de Castro

La vista celebrada este domingo para tomar una decisión definitiva tuvo también como protagonista a la madre de la patinadora, lsu Valieva, y a la abogada Anna Kozmenko que defendieron que la trimetazidina que se encontró en su cuerpo fue ingerida por accidente. Así, justificaron que Kamila bebió del mismo vaso que su abuelo, que sufre del corazón y que toma un medicamento con este compuesto para tratar la angina de pecho, según el medio local Pravda.

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Esta coartada será la que la rusa y su entorno tendrán que defender en los próximos meses, ya que pese a que se le ha permitido seguir compitiendo, no está claro si su participación terminará siendo válida. De hecho, a Valieva podrían arrebatarle todas las medallas que consiga en Pekín si no consigue convencer al COI, que ha cancelado todas las entregas de medallas en las que esta esté involucrada.

"Estos días han sido muy duros para mí, no hay suficientes emociones. Estoy feliz, pero emocionalmente estoy cansada. Hay lágrimas de felicidad y un poco de pena. Pero, por supuesto, estoy feliz de estar en los Juegos Olímpicos. Intentaré representar a nuestro país y espero estar lo más motivada posible para mostrar un buen resultado", declaró la patinadora a Channel One.