Victoria de Hamilton sobre Verstappen tras una lucha a cara de perro en Arabia: se jugarán el Mundial en la última carrera

Hamilton y Verstappen, en el podio del GP de Arabia Saudí
Hamilton y Verstappen, en el podio del GP de Arabia Saudí
EFE
Hamilton y Verstappen, en el podio del GP de Arabia Saudí

El GP de Arabia Saudí, penúltima carrera de la temporada 2021 de Fórmula 1, se presentaba vibrante y no ha defraudado. Lewis Hamilton se ha impuesto a Max Verstappen en una carrera que se recordará por años, en la que hubo tres salidas, varios incidentes y un golpe que dará mucho que hablar: el choque entre ambos a falta de diez vueltas para el final. Verstappen fue declarado culpable.

El podio lo completó un Valtteri Bottas que adelantó sobre la misma línea de salida a Esteban Ocon, lo que casi pasó desapercibido de una carrera que tuvo tres salidas, varios accidentes serios y fuertes y polémica que durará tiempo.

Verstappen llegará líder al GP de Abu Dhabi, la última del año, por mayor número de victorias pero la tensión entre ambos será insostenible: están empatados a 369,5 puntos. El que quede por delante será el campeón del mundo de 2021.

Para los españoles, cara y cruz: Carlos Sainz acabó 8º tras salir 15º y Fernando Alonso acabó como empezó, 13º, con varios sustos incluido.

Salida limpia y Alonso remontando

Con más miedo que vergüenza todos los pilotos salieron con calma. Visto lo que había ocurrido en la F2, nadie se la jugó. Hamilton salió sin problemas primero, con Bottas sujetando a un Verstappen que frenó su ímpetu. Tanto, que casi le embiste su propio compañero Sergio Pérez, que tuvo que clavar los frenos.

El más agresivo en la salida, de hecho, fue Fernando Alonso, que ganó tres posiciones en la primera vuelta para ponerse 10º.

Victoria de Hamilton sobre Verstappen tras una lucha a cara de perro en Arabia: se jugarán el Mundial en la última carrera

El arreón inicial de Alonso se perdió de repente. Primero Giovinazzi, luego Sainz y hasta el punto de que Tsunoda se convirtió en rival para caer de la zona de puntos. Todo parecía que era un problema de neumáticos, y cuando estaba intentando pelear por remontar de nuevo, llegó el primer gran incidente de la prueba.

Mick Schumacher fue la primera víctima de los muros de Jeddah. El de Haas se estrelló con violencia contra la salida de la curva 22, el mismo punto que estrenó Leclerc en los libres, lo que obligó a sacar el coche de seguridad.

Este incidente obligó a cambiar las estrategias, y los primeros en actuar fueron los de Mercedes. Hamilton entró a boxes a montar neumáticos duros hasta el final de la prueba, mientras Bottas intentaba frenar a Verstappen por detrás. Al entrar después el finlandés, permitieron que el líder del Mundial se pusiera al frente del pelotón tras el coche de seguridad... pero con la obligación de hacer, al menos, una parada después. Ellos, en cambio, no lo necesitaban ya (salvo que los neumáticos no aguantasen). No se contaba con el factor Michael Masi.

Masi para la carrera y beneficia a Verstappen

El director de carrera tomó una decisión que va a dar mucho que hablar. Después de varias vueltas tras el coche de seguridad, y después de que se retirara el monoplaza accidentado, ordenó sacar la bandera roja y, por tanto, paralizar la carrera.

El gran beneficiado fue Verstappen, ya que ante la reanudación podía cambiar neumáticos durante este parón sin la consecuente pérdida de tiempo que conlleva en carrera. Por contra, la estrategia de Mercedes les salió mal: habían regalado el primer puesto a su gran rival. Hamilton, muy enfadado, y Bottas no fueron los únicos en verse perjudicados: Alonso, por ejemplo, también había entrado antes en boxes y en el momento del despliegue de la bandera roja estaba en 15ª plaza.

Resalida, segunda bandera roja y surrealista actuación de Masi

La reanudación de la carrera apenas duró unos segundos, pero fueron de infarto. Verstappen arrancó con mucha agresividad y casi se lleva por delante a un Hamilton que le había ganado la primera posición en la resalida, pero que no dejó espacio tampoco. 

El neerlandés casi provoca que se tocaran para defender la primera posición, lo que a su vez benefició a un inesperado invitado: Esteban Ocon se puso 2º. En ese momento, por detrás, el caos. Sergio Pérez, Pierre Gasly y Charles Leclerc se tocaron, provocando una reacción en cadena que dejó a Nikita Mazepin estrellado contra George Russell, primero, y contra el muro después. Segunda bandera roja y caos: ¿en qué posición iban a salir ahora?

Empezó entonces un surrealista mercadeo, literal, entre Red Bull, Mercedes y Masi. Empezaron a negociar entre los equipos: a Verstappen le advirtieron que su acción obligaba a devolver la posición con Hamilton, por lo que caía a la tercera posición en la nueva resalida, tras el heptacampeón y un inesperado 'poleman' heredado: Ocon.

Tercera salida: Verstappen, 'on fire'

El líder y gran candidato al Mundial demostró que a agresividad no le gana nadie. Desde la tercera posición de la parrilla de la tercera salida se colocó para tirarse por el interior de la primera curva e intentar ganarle la posición a Ocon y a Hamilton. 

El británico, que pecó de inocente, cubrió al francés y no a su gran enemigo por el título, hasta el punto de que tocó el alerón del Alpine. Ocon, como estaba previsto, duró poco en la segunda plaza y la pelea se trasladó entre los dos pilotos de arriba.

Aunque por arriba se estabilizó la carrera, por detrás ni mucho menos. Fernando Alonso cometió un trompo, algo que confirma esas malas sensaciones que ya había transmitido tras la clasificación.

Aunque él esquivó el choque, no así otros dos campeones del mundo como Sebastian Vettel y Kimi Raikkonen, que se tocaron entre sí. Los trozos de la carrocería del Aston Martin saltaron por los aires, dejando muchos de ellos en medio de la trazada. Dirección de carrera decidió desplegar el coche de seguridad virtual, algo que para hombres como Alonso, que se quejó notablemente por radio, era insuficiente.

Las vueltas que dieron bajo esta neutralización beneficiaron a Verstappen, que pudo conservar más de lo previsto los neumáticos medios que habían colocado antes durante el segundo periodo bajo bandera roja.

Verstappen desquicia a Hamilton y se chocan

Una vez recuperada la carrera, Verstappen sacó la garras y mostró su lado más sucio. Hamilton intentó tirarle varias veces el coche, hasta que le intentó adelantar en la curva 1. El neerlandés se salió para intentar defenderse, y aunque casi se tocan, no lo hicieron.

Por radio advirtieron al de Red Bull: debía devolver la posición y se vio una acción que, en función del punto de vista, podía ser culpa de uno o de otro. Para los fans de Hamilton, Verstappen usó una maniobra muy fea y absolutamente prohibida en el automovilismo: hacer un 'test de frenos'. El neerlandés clavó en la trazada y el heptacampeón no pudo esquivarle y le embistió. Para los del lado del líder del Mundial, fue el de Mercedes quien no se esperaba que el de delante frenara y le golpeó por detrás, quedando afectado su alerón delantero.

Los comisarios, horas después de la carrera, culparon a Verstappen: diez segundos de penalización porque, según ellos, su actuación fue "errática".

Mientras todos gritaban por radio, Masi intentó ir por orden. Primero, le metió 5 segundos a Verstappen por saltarse la primera chicane del circuito en la lucha inicial con Hamilton. Después, anunció que el incidente entre ambos se decidiría después de la carrera.

La victoria final fue para Hamilton, lo que unido a la vuelta rápida pone el Mundial empatado a 369.5 puntos con Verstappen, amén de una enemistad ya declarada por parte de ambos. 

El tercer puesto del cajón fue para Valtteri Bottas, que sobre la misma línea de meta le quitó el tercer puesto a un Esteban Ocon que lo peleó hasta el final.

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