Hamilton conquista la victoria en Brasil sobre Verstappen con polémica y pone el Mundial al rojo vivo

Lewis Hamilton, en el GP de Brasil
Lewis Hamilton, en el GP de Brasil
EFE
Lewis Hamilton, en el GP de Brasil

Lewis Hamilton se llevó la victoria de un GP de Brasil que no olvidará en años. El británico demostró una capacidad de resistencia ante un Max Verstappen que mostró lo mejor y lo peor de su carácter, con una polémica que dará mucho de que hablar en los próximos días hasta Catar.

El podio lo completó Valtteri Bottas, si bien el punto de la vuelta rápida fue para Sergio Pérez, que fue cuarto. La carrera estuvo marcada por la polémica defensa de Verstappen para defender primer puesto, aunque al final no pudo con un Hamilton que durante todo el fin de semana ha ido superando una dificultad tras otra. Ganar desde el 10º puesto, tras haber sufrido una exclusión en la primera clasificación, habla por sí mismo.

En cuanto a los españoles, aprobados: Carlos Sainz acabó 6º tras un problema en la salida con Norris y Fernando Alonso fue 9º.

Salida: Verstappen y Pérez se comen a Bottas; toque de Norris con Sainz

Como se preveía, Bottas duró en la pole apenas unas curvas. Verstappen se comió al finlandés antes de afrontar la primera variante de la 'S' de Senna, donde también 'Checo' Pérez le ganó la plaza al próximo piloto de Alfa Romeo.

El tercer puesto de Carlos Sainz de parrilla tampoco duró mucho. El madrileño patinó ligeramente y, además, recibió un golpe de su buen amigo Lando Norris por fuera. El peor parado fue el McLaren, que pinchó y tuvo que entrar en boxes, pero el Ferrari también se vio afectado, como se vio en el rendimiento de las siguientes vueltas.

La remontada de Lewis Hamilton se inició muy pronto, hasta el punto de que en apenas 7 vueltas ya estaba tercero. El "gracias, Valtteri" con el que el británico agradeció que su compañero se apartase llegó justo antes de que saliese a pista el coche de seguridad.

El culpable de esta neutralización fue Yuki Tsunoda, que se pasó de optimista en la primera curva y embistió a Lance Stroll. La consecuencia fue que su propio alerón delantero y varias piezas del AlphaTauri saltaron por los aires.

Hamilton saca la garra

Tras un breve periodo de coche de seguridad virtual por un toque entre Schumacher y Raikkonen, Hamilton demostró que no va a perder este Mundial sin lucharlo pulgada a pulgada.

Comenzó un intenso acoso sobre Pérez, que se defendió como un jabato y todo lo que pudo. Primero el británico le pasó por fuera, el mexicano se la devolvió pero el heptacampeón tiró de redaños y potencia de su monoplaza para ponerse segundo en una épica pelea por el segundo puesto. Hamilton, que iba con ganas de revancha ya desde el sábado, empezó a perseguir a Verstappen. Además de la victoria, estaba en juego mucho más entre ambos.

Hamilton vs. Verstappen, en pista y en boxes

Cuando se abrió la ventana de paradas en boxes, entró en juego la estrategia. Mercedes llamó a Hamilton a parar para montar neumáticos duros antes que Verstappen, buscando un 'undercut' (adelantamiento en boxes) que no le salió bien por muy poco.

Pese a que la parada del heptacampeón fue muy buena, Verstappen sostuvo el liderato de la carrera por los pelos, en parte gracias a que Daniel Ricciardo frenó ligeramente el avance de Hamilton.

El ritmo del heptacampeón, una vez superadas estas primeras paradas, no le daba para adelantar a su rival, pero sí para poner en serio peligro su liderato. Eventualmente le preguntaron por radio por una posible segunda entrada y qué ruedas iba a poder, lo que provocó la reacción inmediata de Red Bull. Apenas unas vueltas después de haber montado el primer juego de neumáticos duros, mandaron entrar de nuevo a Verstappen.

El giro de guión fue clave: Red Bull evitó así un eventual 'undercut' en una parada posterior y además le tiró la caña a Mercedes... que se tragó el anzuelo a lo grande. Tanto Hamilton como Bottas pararon de nuevo justo después de los pilotos de Red Bull, en lugar de esperar a final de carrera que era lo más lógico.

El enfado de Hamilton lo dice todo.

Hamilton, con el cuchillo entre los dientes a por Verstappen

Visto que por estrategia no iba a poder ganar, Hamilton puso el modo 'ataque'. Le recortó los casi 3 segundos que tenía de desventaja sobre Verstappen. El neerlandés, que había sido advertido de que debía conservar neumáticos pensando en la recta final, se defendió hasta un punto que rozó lo ilegal, ya que ni siquiera quiso trazar una curva y sacó de pista a Hamilton.

Tanto Hamilton como Bottas, e incluso Alonso por radio, pidieron que lo de Verstappen fuese digno de sanción... pero la FIA consideró que era acción de carrera. No fue ni investigado.

Pese al enfado de Hamilton y de Mercedes, no se rindieron. Un par de vueltas después volvió a atacarle y, tras cocinarlo, logró pasar a Verstappen por fin para ponerse primero.

La FIA, que se había limpiado en la acción previa, decidió que en este adelantamiento Verstappen había hecho un par de cambios de dirección. Le sacaron bandera blanca y negra, mientras Toto Wolff desde el muro se volvía loco: "Valtteri, ahora ve a por él". Bottas estaba a falta de 10 vueltas a más de 8 segundos.

En una lucha mucho menos tensa, Fernando Alonso intentaba sostener el 8º puesto. Para ello tuvo la ayuda de su compañero Esteban Ocon, que primero fue adelantado y luego se convirtió en el escudo del asturiano para defenderse de Pierre Gasly. En la última vuelta, el asturiano devolvió la posición al francés, cumpliendo así el pacto de caballeros previamente hecho, y entró 9º.

Por delante, las cosas quedaron claras. Verstappen se rindió, consciente de que no tenía ritmo para ir a por Hamilton y que aún saldría líder. Sergio Pérez se llevó la vuelta rápida, arrebatándole el punto que en ese momento tenía el vencedor de la carrera, con lo que el fin de semana se zanja con el Mundial más apretado de lo que empezó: Verstappen sigue líder, con 14 puntos de ventaja sobre Hamilton, que mantiene su promesa de luchar por su octavo título mientras tenga oportunidades.

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