El 'run-run' que venía sonando en el paddock de Interlagos durante los días previos al GP de Brasil se confirmó cuando estaba arrancando la sesión de libres del viernes: Lewis Hamilton estrenará el 5º motor de combustión (ICE) de su unidad de potencia y, por tanto, perderá cinco posiciones en la parrilla de la carrera del domingo.

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El objetivo de Mercedes es intentar evitar que un posible fallo mecánico dé al traste con el ataque final que debe emprender el heptacampeón para asaltar el liderato que ostenta Max Verstappen a falta de cuatro carreras para el final, si bien esta noticia supone que deben dar un paso atrás... o quizá no tanto.

El GP de Brasil es la tercera y última carrera de esta temporada que se disputa bajo el formato al 'sprint'. Esto significa que la clasificación normal (Q1, Q2 y Q3) se disputa este viernes para determinar la parrilla de la carrera de media hora del sábado (la clasificación al 'sprint') que, a su vez, determinará la del domingo.

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Este cambio del motor de Hamilton le permitirá afrontar el resto del fin de semana en teóricas mejores condiciones que Verstappen en su Red Bull, algo que puede ser un beneficio ante dos sesiones que serán de pura carrera: Mercedes cree que podrán aprovechar su potencia para ganar las posiciones que pierden en la sanción del domingo.

La apuesta es, sin duda, arriesgada. Verstappen llega a Brasil con 19 puntos de ventaja sobre Hamilton, con 107 en juego de aquí a que acabe el Mundial. Si el vigente campeón no es capaz de adelantarle el domingo, el de Red Bull saldrá con aún más ventaja... y ya podrá echar cuentas para contemporizar en las carreras de Catar, Abu Dhabi y Arabia Saudí.