La jornada 7 de Primera División empezó con campanazo: el Atlético de Madrid fue derrotado por el colista, el Alavés, que logró su primera victoria de la temporada gracias a un solitario tanto en los primeros minutos. Suficiente y más que de sobra.

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El conjunto colchonero llevaba muchos partidos tonteando con la derrota y jugándosela a los últimos minutos, y esta vez fue el colista quien les obligó a apretar los dientes. El Alavés tardó apenas cinco minutos en llegar al área de Oblak, y en el primer córner del partido llegó el gol. 

Un balón colgado al área, de los clásicos, por Duarte encontró la cabeza de Laguardia, que marcó el 1-0 mientras Felipe y Savic quedaban retratados en defensa.

El enfado de Simeone era notable, y la primera parte acabó con el Alavés resistiendo como podía. El Atlético especuló demasiado, si bien la aparición de Rodrigo de Paul y de Carrasco dio opciones.

El asedio colchonero continuó en la segunda mitad, pero no se esperaban el acierto de Pacheco. El cancerbero babazorro estuvo muy acertado, pero también la defensa: prueba de ello el balón que sacó Laguardia bajo palos a un cabezazo que se cantaba como gol de Kondogbia.

La recta final del partido fue una constante de ganas y presión rojiblanca. El pulmón rojiblanco aguantó algo más que el vitoriano, que apostó todo a la debilidad atrás del Atlético. Las entradas de Cunha, Correa y Lodi dio algo de oxígeno a los de Simeone, pero no resultado.

Esta vez no hubo heroica. En la última jugada, una falta botada al área, los rojiblancos pidieron mano de un defensor pero Mateu Lahoz mantuvo su primera idea y el Atlético acabó culminando su derrota contra el Alavés.