De momento, es la carrera de los Juegos Olímpicos. El atleta noruego Karsten Warholm ha batido su récord mundial de 400 metros vallas con un tiempo de 45.94, tras un formidable duelo con el estadounidense Ray Benjamin, que terminó segundo con 46.17.

Warholm tenía el récord anterior en 46.70, marca conseguida el 1 de julio pasado en los Bislett Games de Oslo, por lo que el mordisco a su propia marca es casi de ocho centésimas. A muchos recordó la plusmarca a las que solía batir el gran Usain Bolt, que bajó las marcas de 100 y 200 metros a fronteras que hoy día parecen inalcanzables.

En la hora suprema de la final olímpica, Warholm ha ratificado su hegemonía y Benjamin le ha obligado a batir el récord del mundo si quería ganar la medalla de oro, porque el estadounidense se emparejó con el noruego a media recta final, poco antes de atacar el último obstáculo.

Fue en ese punto, presionado por la presencia amenazante, hombro con hombro, del norteamericano, cuando Warholm metió una marcha más para ganar la meta con un crono asombroso.

La medalla de bronce fue para el brasileño Alison dos Santos, que batió su récord sudamericano con 46.72. Ha sido sin duda la mejor carrera de la historia en esta distancia. Ni el mismísimo Edwin Moses puede igualarla. La cara de asombro del propio Warholm ilustraba el increíble rango de su nuevo récord.