Romain Grosjean renuncia a las 500 millas de Indianápolis por el trauma que le quedó tras su accidente en Bahréin

Romain Grosjean
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Romain Grosjean se sabía fuera de la Fórmula 1 mucho antes de que el accidente del GP de Bahréin casi le costara la vida. Las dificultades económicas del equipo Haas obligaron (al menos esa fue la justificación) a cambiar al francés y a Kevin Magnussen por Nikita Mazepin y Mick Schumacher: el primero por el gigantesco maletín que lleva y el segundo porque es uno de los pagos que deben realizar por tener motores Ferrari.

Por eso, Grosjean empezó a negociar con otros campeonatos para seguir en activo. Aunque en el momento del accidente en Sakhir no tenía nada firmado, ya había llegado a un acuerdo verbal con Dale Coyne Racing, una de las estructuras más potentes de la IndyCar, para irse a disputar el prestigioso campeonato estadounidense de monoplazas.

En principio iba a ser uno de sus pilotos titulares para toda la temporada, pero después de lo ocurrido en Bahréin todo cambió en su mente. Ver tan de cerca la muerte le hizo pensar muy mucho lo que iba a hacer en el futuro, sobre todo con la mente puesta en sus hijos. Por eso, llegó a un acuerdo con su nuevo equipo: disputará todo el campeonato excepto los circuitos ovales. Esta decisión implica que se perderá las míticas 500 millas de Indianápolis, la doble carrera en el Texas Motor Speedway y la cita de Madison.

"Por mucho que me gustaría ganar la Indy 500, tiene un riesgo muy alto y hemos visto accidentes salvajes allí. Sé que hay riesgo y no digo que los pilotos salgan heridos, pero aun así, están pilotando coches a 210 mph o más uno al lado del otro, así que hay mucho riesgo. Ese es el factor limitante en comparación con cómo pensaba antes del accidente en Bahréin", explicaba Grosjean sobre su decisión. 

"Si tuviera 25 años y estuviera sin hijos, haría toda la temporada, sin duda. Pero soy padre de tres hijos, y durante dos minutos y 45 segundos en Bahréin, pensaron que habían perdido a su padre", recuerda.

El campeonato de la IndyCar arrancará el 18 de abril en el Barber Motorsport, Alabama.

Romain Grosjean sufrió un brutal accidente en las primeras vueltas del GP de Bahréin, en el que su coche salió ardiendo y acabó empotrado en el guardarraíl.
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