El Granada estuvo muy cerca de la campanada, pero el Barcelona se acabó imponiendo con épica en una prórroga de infarto por 3-5. La Copa del Rey se confirma como el título más factible, sobre el papel, para los de Ronald Koeman, que a punto estuvieron de caer con estrépito por dos fallos groseros de Samuel Umtiti.

Un pequeño terremoto sacude el calentamiento del Granada - Barcelona

Con el ruido de fondo provocado por la filtración del contrato de Messi y la constatación de la crisis económica del club, el Barça llegó al minuto 87 con un 2-0 en contra, pero Griezmann y Jordi Alba forzaron la prórroga, que después el francés, De Jong y el español confirmaron en el resultado final.

Cuando Koeman analice este partido no olvidará la primera media hora, en la que los suyos demostraron lo que él pretende. Fue tan brillante en juego como escasa en goles, lo que a la postre casi lo paga con la eliminación con bochorno. Messi, Trincao y hasta Araújo de cabeza probaron a un Aarón que se ha coronado en este encuentro. No consumaron el gol, pese a tener posiblemente sus mejores minutos del año, y lo pagaron.

Un fallo grosero en defensa habilitó a Robert Kennedy, que aprovechó que Umtiti está en modo exfutbolista para adelantar al Granada. El tanto fue como un puñetazo en el estómago para los blaugrana, que se echaron en brazos del inesperado Trincao, con Messi mucho menos influeyente de lo que se esperaba (al menos al principio) y encima algo desquiciado porque vio amarilla por una falta. Ahí le ganaron la partida mental los del Granada, con golpe incluido de Eteki que no fue más que falta.

La charla del descanso salió mejor del lado nazarí que para el blaugrana. Pese a que Diego Martínez dejó a Kennedy en los vestuarios, de nuevo fue Umtiti quien se alió con él. Sergio Busquets perdió un balón en el centro del campo, y el francés, que debía cerrar, fue arrasado por Roberto Soldado, que se fue del galo por pura velocidad para batir con frialdad a Ter Stegen, que dio el turno a Neto.

El Barça fuerza la prórroga a la épica

Empezaron los minutos a la desesperada del Barça. Salieron Dembélé y Dest para intentar la remontada, pero el Granada se encerró como mejor sabe para aguantar el 2-0. Algo que parecían hacer de manera brillante, ya que los culés se estrellaron una y otra vez con la realidad. Y cuando no, lo hicieron con el palo, como un gran disparo del 'Mosquito' la escuadra.

Fue en la recta final cuando el Barça creyó más en la remontada. Griezmann recibió un buen balón de Messi para rematar al palo más cercano y Aarón, que había sido el héroe del día, cantó de manera clara y los culés se pusieron 2-1 y un mundo de 6 minutos por delante. Messi mandó otro balón al palo en el mismo 90 para creer aún más en la remontada y a los jugadores del conjunto andaluz se les hacía un mundo, y el Barça se creció aún más.

Tanto, que Jordi Alba entró con todo y se dejó la cara para marcar el 2-2. Minuto 91 y los blaugrana se echaron en manos de la épica, o al menos ganaron los minutos de la prórroga para salvar la papeleta.

Una prórroga de muchos grados en la escala Richter

Con el Barça ya creyéndoselo, arrancó el tiempo añadido con el Granada seriamente tocado. Messi probó con un disparo al palo, pero fue un gran cabezazo de Griezmann puso el 2-3 que, pese a todo, no fue definitivo.

Y es que Dest arrolló a un rival en el área. Sánchez Martínez no dudó de que era penalti (aunque lo revisó el VAR), y Fede Vico fue el encargado de anotarlo. Minuto 102 de partido, 3-3 en el marcador y todo muy abierto aún.

Nada más arrancar la segunda mitad, Aarón de nuevo volvió a perder toda la magia: Messi disparó desde lejos, el cancerbero rechazó hacia afuera y el balón llegó a De Jong para hacer el 3-4. Los nazaríes se hundieron definitivamente, después de verse con un 2-0 y tras recibir cuatro tantos, aún recibieron otro más con un gran disparo de Jordi Alba para hacer el 3-5 con un golazo por la escuadra.