Ni distancia, ni mascarillas: el público regresa al tenis y parece de ciencia ficción

Público en el torneo 'A Day in the Drive'.
Público en el torneo 'A Day in the Drive'.
EFE
Público en el torneo 'A Day in the Drive'.
Público en el torneo 'A Day in the Drive'.
EFE / ATLAS

Público abarrotando una grada de un partido de tenis en un partido de Djokovic o Nadal. Una simple frase que hace un año no habría sorprendido a nadie ni sería, por obvia, noticia. Pero en el contexto actual, la asistencia de aficionados al tenis en Australia parece una historia de ciencia ficción.

Mientras en España seguimos con restricciones exhaustivas en plena tercera ola y a vueltas con las vacunas. el público asistió este viernes a la victoria de Nadal en el torneo de exhibición 'A Day in the Drive' que se disputa en Adelaida. 

Gradas llenas, sin distancia ni mascarillas, algo que desprende cierta envidia visto desde el Hemisferio Norte pero que, a su vez, invita a la esperanza. 

Bajos datos de contagios

El motivo por el que se han levantado las restricciones en el sur de Australia especialmente y el uso de la mascarilla no es obligatorio es el bajo número de casos detectados en la actualidad. Y es que la incidencia acumulada del país es de sólo 6 casos en la última semana.

En Australia se han detectado algo menos de 29.000 casos desde el inicio de la pandemia en 2020 y el número de fallecidos es de 909 en todo este tiempo.

En la actualidad, la tasa de mortalidad es de cero. Una situación de normalidad alcanzada gracias a las estrictas medidas de confinamiento y restricción de movilidad impuestas a lo largo de 2020.

Estrictas medidas para los visitantes

Para llegar a esta situación de ideal 'nueva normalidad' o casi normalidad a secas, el Gobierno australiano ha sido muy recto a la hora de aplicar cuarentenas a los visitantes al país, una etiqueta reducida únicamente a los deportistas aptos para los torneos de tenis que se celebran en este mes, ya que las fronteras siguen cerradas para el resto de mortales y se espera que sea así hasta finales de año.

Todos los tenistas y sus equipos han tenido que cumplir con la cuarentena obligatoria antes de poder salir a la calle sin limitaciones. Una medida que ha generado polémica dada la diferencia entre la cuarentena que han pasado estrellas de primer nivel como Nadal o Djokovic y la que han vivido otros como Paula Badosa, sin poder salir para nada de sus habitaciones que, en muchas ocasiones, no tenían ni ventana.

Pasados los días obligatorios de confinamiento, el primer torneo del año ya se ha puesto en marcha como antesala de un 'Open de Australia' que invita a la ilusión de que algún día no muy lejano todo vuelva a ser como antes.

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