El mundo del surf está en shock por la muerte de Nick Slater, un agente inmobiliario de 46 años aficionado a este deporte que fue atacado por un tiburón blanco de gran tamaño. El suceso se produjo en aguas de la célebre Gold Coast, en Queensland, Australia, famosa por sus medidas para evitar los ataques de los escualos.

El de Slater es el cuarto ataque mortal de un tiburón que se produce en la costa este de Australia en los últimos 3 meses y quedó grabado por un aficionado desde la lejanía.

El ataque se produjo la tarde del martes en la parte cercana a Greenmount Beach, donde varios bañistas dieron el aviso de alerta al percatarse de lo que ocurría y varios surfistas se aceraron a auxiliar a Slater.

La víctima se encontraba inconsciente cuando llegaron sus compañeros y sufría una gran herida, con parte de la pierna arrancada, desde la ingle hasta la rodilla. Fue trasladado a la playa para ser atendido, pero los servicios de emergencia no pudieron hacer nada por salvar su vida.

Uno de los dientes que quedaron clavados en la pierna del surfista sirvió a las autoridades para determinar que se trataba de un tiburón blanco de más de 3 metros.

La Gold Coast es un lugar de culto para los amantes del surf y el turismo en Australia y cuenta con medidas especiales para prevenir la incursión de escualos en la costa. Hay instalado un sistema de redes que protegen la zona y en los últimos años se han añadido nuevas medidas. Por todo ello no es de extrañar que este haya sido el primer ataque que se registra en Gold Coast desde hace 60 años.